Ahuyentar soja y girasoles con humo líquido es útil para la protección contra enfermedades de cultivos


A esta conclusión llegaron científicos estadounidenses que investigaban el efecto del humo de los incendios forestales en las reacciones naturales de las plantas.


Un equipo de investigadores de la Universidad de Missouri, dirigido por el profesor de química Richard Ferrieri, estudió cómo el suelo saturado con humo intenso causado por incendios forestales cambia el crecimiento de las plantas. En sus experimentos, utilizaron botellas ordinarias de humo líquido que se utilizan para ahumar alimentos.

Cuando los científicos agregaron humo líquido al suelo en el laboratorio, las plantas de girasol, por ejemplo, comenzaron a producir hojas grandes, gruesas y verdes y parecían menos susceptibles a plagas y enfermedades.

“Las plantas no pueden huir cuando están amenazadas, pero aun así intentan protegerse de una amenaza activa y usan recursos para fortalecer sus defensas”, explica Ferrieri. “Al igual que los humanos, la clave para la salud de las plantas radica en qué tan bien puede funcionar su sistema vascular bajo estrés y mover recursos preciosos a diferentes partes en crecimiento. Las plantas utilizan la energía del sol, fijan dióxido de carbono y producen azúcares que son transportados por toda la planta por el sistema vascular. Al alimentar con dióxido de carbono que contiene carbono 11 a una variedad domesticada común de girasol, pudimos crear un mapa físico de dónde van los azúcares utilizando imágenes radiográficas. Esto nos permitió evaluar los efectos del humo en el transporte vascular y comprender por qué los girasoles son más fuertes y saludables”.

Si la fumigación ha ayudado al girasol, ¿por qué no aplicarla a otro cultivo marginal, la soja? “Parece lógico seguir investigando con la soja, porque tienen un tipo de sistema vascular similar al del girasol, y además son susceptibles al desarrollo de diversas enfermedades. Por ejemplo, el tizón tardío de las hojas de la soja es causado por cierto tipo de bacterias que pasan el invierno en los residuos de cultivos incrustados en el suelo. Lo que queremos hacer es determinar si la labranza con humo líquido puede potencialmente proteger a las plantas de esta enfermedad y otros patógenos”.

Ferrieri espera que el trabajo contribuya al desarrollo de pesticidas alternativos y ayude a aumentar potencialmente el rendimiento de los cultivos. “El tratamiento con humo líquido y algunos de los productos químicos dominados por el humo reducen la sectorialidad del floema vascular en los girasoles con un mejor crecimiento”, dijo.

(Fuente y foto: Universidad de Missouri).