Cría de gusanos impulsa emprendimientos y ahorra costos agrícolas en Zimbabue


HARARE – Hace tres años, Benard Munondo, de 43 años, era un  maestro zimbabuense en una escuela de primaria local, pero ahora ha convertido a los gusanos en oro. Gracias a la cría de gusanos, este residente en Harare, que nunca había tenido una casa ni había conducido un automóvil, ahora posee ambas cosas.



En 2020, una semana de formación sobre la cría de gusanos cambió su vida.

Todo comenzó cuando uno de los formadores de cría de gusanos publicó un anuncio en las redes sociales que atrajo la atención de Munondo.

«¡Descubra el fascinante mundo de la cría de gusanos! Tanto si eres un agricultor que quiere mejorar la nutrición de tu ganado como un empresario que busca una aventura única, ¡esta formación es para ti! Precio: 30 dólares. No se pierda esta oportunidad de revolucionar sus prácticas agrícolas», rezaba el aviso que captó su atención.

Desde entonces, no ha dado marcha atrás y la cría de gusanos se ha convertido en su nuevo modo de vida, en un país con 90 % de desempleo, según el Congreso de Sindicatos de Zimbabue.

a contracorriente de esa situación, Munondo, al igual que otros emprendedores de la cría de gusanos, se ha convertido más bien en empleador después de establecer una parcela de tierra para gusanos justo un año después de recibir formación para desarrollar su nueva actividad.

Sin embargo, no ha renunciado a su trabajo de profesor, y afirma que la cría de gusanos, gracias a la mano de obra de 14 personas que laboran en su parcela a las afueras de Harare, la capital de Zimbabue, se ha convertido en su trabajo secundario.

De hecho, en Zimbabue se volvió en un gran éxito  la cría de gusanos, que consiste en criarlos y cosecharlos para diversos fines, como la producción de piensos baratos con alto contenido proteínico, el compostaje y la gestión de residuos.

Muchos zimbabuenses, como Munondo en Harare, que se dedican a la cría de gusanos, los utilizan para alimentar a sus propias gallinas.

Para el docente y emprendedor, esto ha ayudado a reducir los costes de los más de 800 pollos que cría en su patio trasero.

A emprendedores como Munondo les cuesta ahora solo 3,50 dólares criar un pollo con gusanos, frente a los 6,50 dólares que les costaba con piensos a base de soja.

Gracias a la cría de gusanos, Munondo afirma que gana entre 70 y 80 dólares al día solo con su venta, lo que, según él, a final de mes supera en mucho lo que gana con su trabajo de profesor.

En Zimbabue, un maestro de escuela gana de media unos 200 dólares al mes, una vez deducidos los impuestos, y a muchos, como a Munondo, la cría de gusanos les ha venido muy bien para complementar los escasos ingresos de su trabajo en el sector público.

Dado que la basura permanece sin recoger durante largos periodos en las ciudades de Zimbabue, debido a la deficiente prestación de servicios por parte de las autoridades municipales, Munondo afirma que algunos residentes compran gusanos para destruir los residuos sin retirar.

«Los mismos gusanos que alimentan a mis gallinas se están utilizando para deshacerse de los residuos no recogidos», aseguró.

A medida que la cría de gusanos gana adeptos en Zimbabue, incluso jóvenes como Jonathan Pamhare, de 23 años, también residente en Harare, han encontrado algo que ganar con los gusanos.

«En realidad no me dedico a la cría de gusanos, pero me interesan y abrí una empresa de capacitación que ofrece formación agrícola, y entre las capacitaciones está la cría de gusanos», dijo Pamhare a IPS.

Muy versado en todos los procedimientos relacionados con la cría de gusanos, Pamhare también dijo: «Es el negocio más rentable porque tu gasto es principalmente tu tiempo».

De hecho, los gusanos se alimentan de cualquier cosa podrida que esté a su alcance.

Esto, según Pamhare, resulta barato, la mayoría de las veces a coste cero, y los gusanos maduran en un periodo de unas dos semanas.

De su empresa de formación, Pamhare saca su buen dinero, porque cobra entre 30 y 40 dólares a cada uno de los aprendices que recluta.

En zonas densamente pobladas de Harare como Sunningdale, a cinco kilómetros al este del centro de la capital, gracias a los formadores en cría de gusanos, varios hogares presumen de criar pollos para la venta y alimentarlos con gusanos.

La lucha contra los altos precios de los piensos para pollos se ha convertido en cosa del pasado, ya que muchos criadores urbanos de pollos recurren ahora a los gusanos para engordarlos.

Pero no se trata de gusanos corrientes, según muchos, como Munondo, que se ha hecho un nombre como próspero criador de gusanos.

Los gusanos comienzan, explica Munondo, con las moscas soldado negras (Hermetia illucens), que, mediante metamorfosis, se convierten en gusanos. Los criadores de cerdos también los han adoptado y ahora alimentan a sus cerdos con gusanos ricos en proteínas.

Esas moscas, conocidas popularmente como BSF, por sus siglas en inglés, se propagan entre la basura y tienen un ciclo vital de cuatro fases: de huevo a larva, de pupa a mosca adulta.

Las BSF depositan sus huevos cerca de una fuente de alimentos y, al cabo de unos tres o cuatro días, las moscas se convierten en larvas que se alimentan de los residuos antes de ser cosechadas.

No existen estadísticas oficiales actualizadas sobre los criadores de gusanos en Zimbabue, pero la Asociación de Alimentos Ecológicos y Naturales de Zimbabue ha dejado constancia en los medios de comunicación de que últimamente el número de criadores de gusanos se ha multiplicado.

La razón, según Munondo, es que la cría de gusanos es la más sencilla.

«Los gusanos no necesitan mucha tierra, ni productos químicos, ni mucha agua para criarse. Todo lo que se necesita para poner en marcha la cría de gusanos es un pequeño terreno, moscas y desechos, que son los componentes más importantes», afirma.

T: MF / ED: EG