Germán Robaina G.
Toda actividad de índole comercial aspira como recompensa a nuestro esfuerzo, inversiones y dedicación, una retribución económica.
La piscicultura no es ni debe ser la excepción, así que cualquier intento en desarrollarla responsablemente debe venir acompañada por un mínimo de rentabilidad que nos permita cubrir por lo menos parte de nuestro sustento, pagar deudas, y de ser posible, seguir creciendo hasta que logremos hacerla sustentable.
Días atrás se publicaron en una de nuestras redes acuícolas Tres notas bastante inquietantes:
La primera, proveniente de un productor que consultaba sobre el precio referencial de venta a puerta de finca para la tilapia cultivada, informando haber obtenido una Tasa de Conversión estimada en 1:2.
La segunda, proveniente de un reconocido proveedor de insumos para la piscicultura en la región, ofertando un alimento para tilapias (iniciador) a razón de US$ 130 el saco de 40 kilogramos (US$ 3,25/Kg).
Y la tercera, una oferta de alimentos genéricos para cachama y tilapias con 24 y 32% de proteína cruda con un precio que oscila entre 0,92 y 1,4 US$/kg. (promedio de US$ 1,16)
Todo esto pone en evidencia que, desde el punto de vista técnico, uno de los principales obstáculos de la actividad piscícola es la calidad, presentación y costo del alimento.
Para tratar de explicar el efecto de Los precios de los alimentos y las tasas de conversión obtenidas (consecuencia de su calidad, presentación y palatabilidad) en la viabilidad económica de una unidad piscícola, procedimos a realizar algunos cálculos, entendiendo que cada unidad posee su propia estructura de costos, y que nuestra tilapia requiere mantener un precio proporcional al del ganado en canal para que sea atractiva para el consumidor.
Para ello utilizamos una tabla Excel que desarrolláramos para la evaluación de nuestros proyectos, obviando en este caso gastos diferentes a alevines y alimentos, y se realizaron estimaciones para diferentes combinaciones de precio del alimento, tasa de conversión y posible precio de venta a puerta de finca.
Nuestro análisis indica que con un precio promedio del alimento concentrado de US$ 1,50, una Tasa de Conversión de 1:2 y US$ 3,06 como precio de venta a puerta de finca (Precio promedio del toro en canal), resulta IMPOSIBLE el desarrollo de la actividad
esperando ingreso económico alguno (1).
Una tilapia cultivada a razón de 1:2 como Tasa de conversión, requiere 2,0 Kg de alimento por cada kilo de biomasa generado.
Así, si una unidad logra generar una tonelada de biomasa (1.082 Kg) por recipiente en un ciclo de cultivo en seis meses (6), a razón de US$ 3,06 el kilo como precio promedio de venta a puerta de finca, generará US$ 3.312 de ingresos por concepto de ventas, pero habría consumido 2.164 Kg de alimento, que equivaldrían a US$ 3.244 por ciclo de cultivo (49 % más que lo recaudado por concepto de ventas).
Invertir US$ 4.005 para generar US$ 2.977 de ingresos, sin tomar en cuenta financiamiento (si lo hubiese), esfuerzo, tiempo, empleados (si los hubiesen), electricidad, fletes, mantenimiento, devaluación, etc. no tiene ningún sentido práctico.
Según nuestros cálculos, con el precio promedio y la tasa de conversión utilizada en nuestra evaluación (1:2), tan solo un precio de venta superior a US$ 4,50 permitiría un ingreso marginal al productor cercano al 30%, recordando que tan solo se tomaron en cuenta alevines y alimentos para esta evaluación (2).
La única solución que visualizamos es lograr tasas de conversión que oscilen entre 1:1,2 y 1:1,5 a partir de la importación directa de mejores y más económicos alimentos formulados especialmente para la especie, tal y como propusimos en su momento a través de ASOTILAPIAS.
Cotizaciones recibidas de plantas fabricantes de alimento de Brasil y Colombia, nos permiten aseverar la posibilidad de adquirir alimentos con adecuados niveles de proteína, en diferentes presentaciones con un valor promedio que fluctúa entre US$ 0,8 – 1,3 (1,05 en promedio) parámetros que, con una Tasa de Conversión de 1:1,5 modifican nuestra última tabla (3).
Pretender cultivar tilapias cubriendo sus necesidades nutricionales con alimentos de excesivo precio que se ofrecen en el mercado nacional (elevado costo por la errática importación, canales irregulares, poco volumen, etc.); con alimentos de menor precio, pero con deficiencias en el nivel de proteínas y/o con tasas de conversión superiores a 1:1,5 no satisfará nunca las expectativas de nuestros productores, ni mantendrá nuestros precios de venta dentro de rangos atractivos para el consumidor.
Sin la importación de adecuados y más económicos alimentos, la única alternativa que nos queda es recurrir al uso de un alimento iniciador de muy alto precio (10 a 15 % de las raciones totales) y alimentos genéricos fabricados para la alimentación de cachamas y tilapias (85 a 90% de las raciones totales) que a una tasa de conversión esperada de 1:1,5 nos permitan obtener adecuada producción de biomasa, alargando el tiempo de cultivo de 6 a 8 meses, situación esta no del todo favorable cuando se poseen compromisos y gastos fijos ineludibles.
Indudablemente que el alimento iniciador con elevado % de proteína es un gran estímulo para el levante de juveniles, sin embargo, dado su muy elevado precio en el país, recomendamos administrarlo con cordura, y monitorear muy frecuentemente la Tasa de Conversión que va obteniendo para poder parar el desaguadero a tiempo.
Otra recomendación para tener en consideración es mantener un monitoreo frecuente de la temperatura del agua de los recipientes de cultivo, procediendo a ajustar las raciones diarias a ofrecer a los peces, según su fluctuación.
Recomendamos no confiarse tan solo en las cifras de la biomasa a obtener y la ilusoria Tasa de Conversión esperada que suelen ofrecernos los proveedores de alimentos, ya que estos son cifras referenciales, y solo un análisis detallado de la unidad de producción y de todo el conjunto de costos en los que esta incurre (costos ocultos, hundidos y escondidos) nos permitirá conocer las alternativas existentes, antes de seleccionar las estrategias a seguir para evitar caer en pérdida.
La utilización de variedades o líneas mejoradas de tilapias (GIFT o Chitraladas) permitiría aprovechar los numerosos años de experiencias que poseen otros países para la puesta en marcha de proyectos piscícolas nacionales altamente productivos, facilitando el logro de la biomasa que requiere el país en el menor tiempo posible. Así, utilizar cepas, líneas o variedades de tilapias mejoradas genéticamente, aminoraran los costos y tiempos de
producción, y maximizaran la biomasa a obtener.
Por otra parte, el porcentaje de reversión obtenido, tienen gran influencia en su crecimiento, sobrevivencia y tasa de conversión esperada, por lo que recomendamos exigir siempre un certificado del grado de reversión obtenido (%) al momento de adquirir sus alevines para minimizar perdidas.
Finalmente, producir tilapias para el mercado nacional a precios no competitivos con el precio del ganado bovino no es nada atractivo para el productor venezolano, quien suele guiarse más por los engañosos precios internacionales, que por la realidad nacional.
Tan solo a partir de un precio promedio para el alimento de US$ 1,37 (10% + 90%) y una tasa de conversión máxima estimada en 1:1,5 se podrá lograr una rentabilidad marginal (ingreso/ ventas) cercana al 30%, comercializando la biomasa a razón de US$ 3,06 por kilogramos de tilapia fresca a puerta de finca (no escamada ni eviscerada) y sin tomar en cuenta fletes, electricidad, personal, y otros gastos comunes de la actividad. (4).
A medida que aumente la producción se diluirán costos fijos de producción. De ahí nuestra propuesta de aumentar paulatinamente el numero de recipientes de cultivo, hasta lograr cosechas semanales que le permitan mayor rentabilidad y menores costos operativos y de producción.
Germán Robaina es colaborador destacado de Mundo Agropecuario
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