En la región, el 57 % de la actividad agropecuaria está en manos de agricultores familiares que producen más de cien especies –entre exóticas y autóctonas–, tanto comestibles como medicinales. Un equipo de investigadores del INTA realizó un relevamiento sobre experiencias de conservación de recursos genéticos locales para mejorar la calidad y la productividad agropecuaria.