La batalla por las bananas se dio entre los agentes causantes de una enfermedad mortal


En el laboratorio, los científicos provocaron una colisión entre dos cepas de marchitez de plátanos por Fusarium, vieja y nueva. ¿Quién consiguió la victoria?


Hasta la década de 1920, la mayoría de las bananas disponibles en todo el mundo eran de una variedad llamada Gros Michel, a menudo traducida y conocida como “Big Mike”. Pero una cepa del hongo Fusarium llamada TR1 ha comenzado a destruir los cultivos de banano en las plantaciones de los países productores.

Luego, los productores de banano cambiaron a otra variedad llamada “Cavendish”: era inmune al hongo TR1, aunque menos sabroso, escribe Bob Yirka en un artículo en el portal Phys.org.

Sin embargo, recientemente ha surgido otra cepa de Fusarium llamada TR4, que ha destruido muchas plantaciones. La nueva cepa se transmite fácilmente, moviéndose rápidamente de un campo de banano al siguiente. En respuesta, los científicos han estado buscando tanto una variedad alternativa como un tratamiento para las bananas Cavendish que las proteja del TR4.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Wageningen, en colaboración con colegas de varias instituciones de Colombia, ha encontrado una forma posible de hacer que las bananas sean resistentes a la cepa TR4. En su estudio, publicado en el sitio de acceso abierto PLOS ONE, el grupo expuso plantas de banano Cavendish a una cepa más antigua y descubrió que esto las hacía resistentes a TR4.

En un nuevo intento de salvar un producto popular, los científicos abordaron la idea de que algunas plantas se vuelven temporalmente inmunes a ciertos tipos de hongos cuando se exponen a otro tipo de hongos que pueden combatir de forma natural. En este caso, los investigadores se preguntaron si exponer las plantas de banano Cavendish a TR1 proporcionaría protección contra TR4.

Para averiguarlo, los científicos desenterraron muestras de plantas y las sumergieron en una solución que contenía el hongo TR1. Después del secado, las muestras se expusieron a esporas de TR4 en diferentes intervalos de tiempo. Resultó que el enfoque funcionó: las plantas expuestas a TR1 mostraron una resistencia significativa a TR4 en 10 días.

Hasta el momento, los investigadores no pueden identificar la causa de este efecto, señalando que las plantas no tienen células inmunitarias que recuerden los patógenos, pero esperan desentrañar el misterio y tener un método útil para combatir el TR4.

(Fuente: phys.org. Autor: Bob Yirka. Fotos de fuentes abiertas).