En una apuesta que combina genética, agronomía y sostenibilidad, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) identificaron cinco genotipos de papa criolla que demuestran una capacidad superior para usar el nitrógeno del suelo.
Redacción Mundo Agropecuario
Este hallazgo abre una vía concreta para reducir el uso de fertilizantes nitrogenados, disminuir costes para los productores y mitigar impactos ambientales negativos ligados al cultivo de la papa, especialmente en zonas andinas donde este tubérculo es clave para la dieta y la economía.
Genética que transforma el manejo de fertilizantes
El estudio, que involucró más de cien genotipos de papa criolla, buscó repensar uno de los grandes retos de la agricultura moderna: la baja eficiencia del nitrógeno aplicado. En muchas explotaciones, sólo cerca de la mitad del fertilizante nitrogenado es absorbido por la planta, lo cual genera pérdidas económicas y contaminación del suelo y agua.
Los investigadores sometieron los materiales a tratamientos con dosis altas y bajas de nitrógeno bajo condiciones controladas para identificar cuáles presentaban mejor rendimiento con menor aporte del nutriente. Entre los seleccionados, los genotipos designados como Col 93, Col 9, Col 96, Col 127 y otro más —todavía pendiente de codificación final— mostraron desarrollo adecuado de raíces, tubérculos y biomasa incluso con menor nitrógeno.
Además, mediante análisis genéticos, se vincularon tres genes candidatos —como AMT1.1, 2-OGD y PPR— a la eficiencia en el uso de nitrógeno, lo que aporta una base molecular para el mejoramiento futuro.
Implicaciones para el productor y el entorno agrario
Para un productor de papa criolla, esta investigación representa una herramienta estratégica. Utilizar variedades que requieren menos fertilizante permite abaratar costes, disminuir la volatilidad de insumos e incrementar la competitividad. Pero además, desde un enfoque ambiental, reduce el riesgo de excretas nitrogenadas en suelos o aguas superficiales, lo cual es especialmente importante en regiones cercanas a páramos o zonas de recarga hídrica.
Desde el punto de vista de los cultivos, manejar mejor el nitrógeno se traduce en menor desequilibrio nutricional, menor riesgo de acumulación de nitratos en tubérculos (lo cual también tiene implicaciones para la calidad) y un sistema más resiliente ante cambios de fertilización, variabilidad climática o precios altos de insumos.
Consideraciones para adopción práctica
Aunque el hallazgo es alentador, los productores deben tener en cuenta varios aspectos para sacar el máximo provecho. En primer lugar, estas variedades aún están en fase de evaluación más amplia; su comportamiento en condiciones reales de finca, con distintos suelos, altitudes, sistemas de cultivo y manejo agronómico, debe confirmarse.
En segundo lugar, el impacto del menor fertilizante no solo depende de la genética sino también de otros factores: calidad del suelo, disponibilidad de agua, prácticas de rotación, control de plagas y enfermedades. No es simplemente “menos fertilizante” sino cultivar con mayor eficiencia.
En tercer lugar, debe considerarse la inversión en semilla o tecnologías de mejoramiento; nuevos genotipos pueden tener un costo inicial mayor o requerir ajustes de manejo. También, los extensionistas y técnicos deben apoyar al productor para adaptar las dosis, los momentos de aplicación y monitorear el rendimiento y la calidad del tubérculo.
Una mirada estratégica hacia el futuro del cultivo de papa
El hallazgo se enmarca en una tendencia creciente: producir más con menos, mejorando la eficiencia de los recursos. Para la papa criolla —un cultivo que tiene gran relevancia cultural, alimentaria y económica en regiones andinas— esto significa dar un salto hacia sistemas más sostenibles, con menores insumos, menor impacto y mayor valor agregado.
Además, al disponer de información genética (los genes identificados) se abre la puerta al mejoramiento selectivo o la incorporación de estas características a otras variedades adaptadas a distintas altitudes, suelos o climas. En el mediano plazo, esto puede cambiar la matriz varietal del cultivo y habilitar un manejo más fino de la fertilización nitrogenada.
Para el conjunto de la cadena agraria —productores, técnicos, entidades de investigación, sector público— este tipo de avances refuerzan la idea de que la innovación no es solo incrementar rendimiento, sino optimizar recursos, reducir costos, proteger el ambiente y asegurar la competitividad. En el contexto latinoamericano, donde la presión por sostenibilidad, reducción de insumos y protección de ecosistemas de montaña es alta, avances como este tienen una relevancia especial.
La identificación de cinco genotipos de papa criolla con mayor eficiencia en el uso de nitrógeno representa un paso significativo hacia un cultivo más sostenible, rentable y ambientalmente responsable. Para los productores, es una oportunidad para reducir la dependencia de fertilizantes, pero también un llamado a acompañar la innovación con buen manejo agronómico, adaptación local y visión estratégica.
El reto ahora será llevar estas variedades del laboratorio al campo, comprobar su desempeño en escala real y facilitar su adopción. Pero el mensaje es claro: la papa criolla del futuro podría requerir menos fertilizante sin perder su capacidad productiva, lo cual es una buena noticia para el agricultor y para el planeta.
Referencias
https://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/cinco-tipos-de-papa-criolla-usan-mejor-el-nitrogeno-del-suelo
https://colombiagricola.co/2025/10/28/reducir-dependencia-de-nitrogeno-reto-en-cultivo-de-papa-criolla/
https://mascolombia.com/uso-de-fertilizantes-en-papa-criolla/
