Cultivar girasoles en papel y en la realidad son dos grandes diferencias


Este año, los agricultores españoles se lanzaron a plantar girasol en el último momento cuando se conoció el inicio del conflicto ruso-ucraniano, dada la dependencia española de las importaciones de este cultivo y la publicidad del girasol como una planta resistente a la sequía que no necesita casi ningún recurso. Cual es el resultado?


De ello se pronunció un agricultor con el apodo de “Agricultor” en los comentarios al artículo sobre “excelentes perspectivas de rentabilidad del girasol en España”, publicado en el portal agroinformacion.com.

Así, el propio artículo dice que “La Asociación Española del Girasol (AEG), que agrupa a técnicos especialistas e investigadores, pronostica altos beneficios para los productores nacionales de girasol con un incremento anual de los precios del girasol de alrededor del 40%, lo que en gran parte está motivado por la situación del conflicto entre Rusia y Ucrania.

En este sentido, el presidente de AEG, Juan Fernández, ha recordado que Ucrania y Rusia lideran el mundo en producción de girasol, mientras que España es un país con escasez de producción de aceite de girasol y se ve obligado a recurrir a la importación de aceite para cubrir la demanda interna, las compras proceden principalmente de Oriente Europa. Recordó que en España se espera el crecimiento anual de los precios del girasol en un 40%, y el cultivo de la cosecha es muy rentable.

“Cultivar girasol requiere un nivel muy bajo de insumos, por lo que el agricultor no necesita hacer grandes inversiones en la compra de insumos agrícolas, lo cual es una ventaja en una situación en la que el costo de la energía y otros insumos como los fertilizantes está aumentando. En tierras áridas no se necesitan fertilizantes y fitosanitarios para sembrar girasol, pero en tierras de regadío, si bien el precio de la electricidad afecta la rentabilidad, el consumo de fertilizantes y fitosanitarios es menor que en el caso de otras industrias como la del maíz”, dijo el presidente de la Asociación.

El comunicado de AEG también destaca que durante la campaña 2021-2022 la superficie dedicada a esta oleaginosa en España aumentó un 36%, hasta las 874.307 hectáreas, y que la fuerte demanda de aceite de girasol “refuerza el atractivo” del cultivo de girasol para los agricultores españoles” .

Además, como explican los periodistas del portal, la cosecha de la temporada 2022 resultó ser menor que la anterior 2021 debido a la fuerte sequía y las cosechas de “última hora” en terrenos desfavorables, lo que se vio facilitado por los precios excepcionalmente altos del girasol registrados en el primeros meses del conflicto ruso-ucraniano.

El comentarista de Farmer expresó su opinión sobre los resultados de la temporada: “Sí, sí… Es como cuando nos dijeron que hiciéramos un barbecho y todos se apresuraron a sembrar girasoles, pero ¿qué recolectamos? En muchos casos los costos no fueron cubiertos. Haz lo que quieras y dejaré de plantar girasoles, que este año no recibieron subsidios”.

FUENTE: agroinformacion.com. fото: Marco De Hevia on Unsplash).