Dos nuevos sitios de Ecuador son declarados Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial de la FAO  


Los denominados “chakras” se ubican en las montañas de Los Andes y en la región amazónica. América Latina y el Caribe contaba con cinco sitios del patrimonio agrícola en 4 países: uno en Brasil, uno en Chile, uno en Perú y dos en México


13 de febrero, Santiago de Chile- Dos sistemas agrícolas y agroforestales biodiversos de Ecuador fueron reconocidos como Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial (SIPAM) por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).  

La designación se produjo tras la reunión del Grupo Asesor Científico de los SIPAM celebrada esta semana. El programa de los SIPAM fue creado por FAO en 2002 con el objetivo de salvaguardar y sostener a los sistemas del patrimonio agrícola mundial. La iniciativa promueve la comprensión, la toma de conciencia y el reconocimiento nacional e internacional de los sitios de patrimonio agrícola y propone alcanzar la salvaguarda de los bienes y servicios sociales, culturales, económicos y ambientales que estos sistemas proveen a los agricultores familiares, pequeños productores, pueblos indígenas y comunidades locales, la iniciativa fomenta un enfoque integrado de agricultura sustentable y desarrollo rural

De acuerdo con los criterios de selección, los sitios deben revestir una importancia mundial, contribuir a la seguridad alimentaria, la seguridad de los medios de vida y la agrobiodiversidad nativa, los sistemas de conocimiento ancestrales, los valores sociales y la cultura, así como constituir paisajes extraordinarios.  

Los sitios elegidos se encuentran en las montañas de los Andes y otro en la región amazónica de Ecuador. Estas “chakras” han prosperado gracias a la acción colectiva de los pueblos indígenas, los que han garantizado la gestión sostenible de los recursos naturales y la soberanía alimentaria a lo largo de los siglos. 

“La designación de estos sitios en Ecuador impulsa el empoderamiento de las mujeres, ya que el 80 % de las chakras las administran mujeres indígenas, conocidas localmente como Chakramamas, que utilizan valiosos conocimientos tradicionales en la conservación dinámica, el uso sostenible y el funcionamiento diario de estos sitios”, explicó María Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO.  

Con las últimas incorporaciones a la lista de sistemas del patrimonio agrícola mundial, la red mundial de la FAO tiene 74 sistemas reconocidos en 24 países de todo el mundo.  

En América Latina y el Caribe ya existían cinco sistemas en cuatro países: uno en Brasil, en Minas Gerais; uno en Chile, en Chiloé; dos en México, en Ciudad de México y Península de Yucatán; y uno en Perú, en los Andes.  

Sistema agrícola ancestral  

La chakra andina de los pueblos indígenas kichwa se caracteriza por la integración e interconexión de climas, ecosistemas, prácticas agrícolas y biodiversidad a una altitud que va de los 2.500 a los 3.400 metros en las montañas de Cotacachi, en los Andes.  

Las chakras son fundamentales en el desarrollo de la vida material y simbólica de las familias y comunidades kichwa, que se basan en un rico conocimiento ancestral que abarca gastronomía, medicina y rituales. Son esenciales para la conservación de una gran diversidad de variedades de cultivos locales únicos. Se considera que este territorio es una de las zonas de biodiversidad agrícola más extensas y mejor conservadas de Ecuador y la región andina.  

Las distintas mesetas de la montaña a diversas altitudes se emplean para el cultivo de especies con diferentes necesidades, contribuyendo a la seguridad y soberanía alimentaria, la nutrición, la medicina, la decoración, el combustible y el forraje, así como a usos culturales y la producción artesanal y de utensilios. El sistema de Cotacachi ha permitido la conservación in situ de especies y variedades que incluyen el maíz, los frijoles, la quinua y las papas, que se destinan principalmente al consumo propio de las comunidades.  

Los pequeños excedentes se comercializan a fin de generar ingresos para las familias, especialmente para las mujeres rurales. Así, constituyen un importante medio de subsistencia para las comunidades, y de empoderamiento económico y autonomía para las mujeres.  

Modelo sostenible de uso de la tierra en agroforestería  

La chakra amazónica supone un modelo sostenible de uso de la tierra en agroforestería, en que los espacios productivos ubicados dentro de la explotación los gestionan las familias desde una perspectiva orgánica y biodiversa, ofreciendo múltiples servicios a las poblaciones.  

Aquí, las comunidades kichwa y kijus han desarrollado un sistema de policultivo en el cual se cultiva cacao junto con especies madereras, frutales, medicinales, artesanales, comestibles y ornamentales, así como otras actividades que incluyen la caza y los productos forestales madereros y no madereros.  

La chakra amazónica mantiene patrones en su diseño espacial, además de fases definidas en su ciclo de gestión temporal, que imitan los procesos naturales de sucesión o restauración de los bosques dentro del bioma amazónico. El sistema, que es único en cuanto a la integración de la gestión de bosques y cuencas hidrográficas, está orientado a la gestión eficiente de la baja fertilidad de los suelos amazónicos. En dicho sistema, las comunidades aplican una serie de mecanismos y prácticas agroforestales que garantizan la sombra y el cuidado del suelo.