Debido a la prohibición de varios pesticidas agroquímicos, los agricultores suizos tuvieron que usar más bioproductos el año pasado para proteger los cultivos en climas húmedos. Como resultado, las ventas acumuladas de pesticidas aumentaron en un 17 por ciento.
La Oficina Federal de Agricultura de Suiza (FOAG) ha resumido los resultados para 2021 con respecto a las ventas de productos fitosanitarios. En total, el año pasado se vendieron 2.259 toneladas de productos fitosanitarios debido al clima húmedo en el país: los agricultores aumentaron la cantidad de tratamientos para salvar cultivos de enfermedades.
Así, los agricultores suizos aplicaron 329 toneladas adicionales de productos fitosanitarios, un 17% más que en 2020. La razón de esto fueron las fuertes lluvias, que contribuyeron a la propagación de enfermedades, especialmente en los viñedos.
Las condiciones meteorológicas desfavorables han afectado especialmente a los productores agrícolas dedicados a la agricultura ecológica. El uso de productos fitosanitarios permitidos en agricultura ecológica ascendió a 1.233 toneladas, un 36% más que en 2020. Y la cantidad de productos fitosanitarios permitidos en agricultura ecológica superó la cantidad de productos fitosanitarios utilizados en agricultura tradicional (1.025 toneladas).
En el gráfico publicado por el portal agrícola suizo www.lid.ch, los productos fitosanitarios aprobados en el sector orgánico están marcados en verde, los ingredientes activos de pesticidas con un potencial de riesgo particular en rojo y otros ingredientes activos en amarillo (sin aprobación orgánica ni riesgo particular). ).
Este desarrollo de los acontecimientos se explica de forma muy sencilla. Los agricultores orgánicos requieren tratamientos más frecuentes durante las condiciones climáticas adversas de la temporada. Por ejemplo, las ventas de fungicidas como azufre, cobre y bicarbonato de potasio aumentaron en 170 toneladas en conjunto. Los tres productos están permitidos en la agricultura ecológica.
También aumentaron las ventas de aceite de parafina (154 toneladas), un insecticida permitido en la agricultura orgánica, que los agricultores suizos tratan junto con el insecticida clorpirifos, cuyo uso fue prohibido en 2020.
