Citronela y limonaria bloquean acción de hongo que ataca cultivos de mango


Después de una serie de ensayos en laboratorio se comprobó que dichas plantas, cultivadas en la región Caribe, contrarrestan la dañina acción de Colletotrichum gloeosporioides, hongo causante de la antracnosis, principal enfermedad pre y poscosecha del mango que causa pérdidas directas tanto de rendimiento en el campo como en las plantas de empaque, en la calidad del fruto y en su comercialización posterior.



Con una producción de 321.083 toneladas en 28.000 ha, en Colombia se cultivan variedades de mango tanto para el consumo en fresco como para el procesamiento agroindustrial. En Cesar este se ha priorizado con miras a la exportación y al consumo nacional, de manera que se pueda impulsar la economía regional.

Durante muchos años se ha observado la presencia de manchas negras en los frutos, adjudicadas a C. gloeosporioides, como agente causal de antracnosis, enfermedad que afecta hojas, flores y frutos, y que se hace más evidente en la etapa poscosecha, que es cuando las manchas oscuras o negras se notan más y dañan la calidad del producto. También se ha evidenciado una amplia diversidad de hongos responsables de pudriciones, entre ellos, LasiodiplodiaPestalotiopsis sp.y Alternaria alternata.

Así lo constataron las estudiantes Kelys Dayana Núñez Ternera, Estefany Julieth Oliveros Caballero y Vanessa Carolina Martínez Guzmán, de Ingeniería Biológica y Biología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz, interesadas en encontrar una manera de controlar de manera sostenible los hongos asociados con el cultivo de mango Keitt del Cesar.

“Los cultivos de mango de la región se tratan hoy con insumos químicos, la mayoría de ellos importados, que pueden contaminar suelos y ríos o quebradas. Por eso nos proponemos hallar los principios activos de las plantas que pueden actuar igual o mejor que esta opción”, relatan las estudiantes.

El muestreo se realizó en 6 fincas, entre abril y mayo de 2023. Se recolectó el material vegetal (hojas, tallo y frutos) con síntomas (manchas de color marrón oscuro y alargadas, así como lesiones oscuras que se agrandan), tomando 5 hojas, 3 tallos y 1 fruto por árbol de cada finca.

Las muestras se pusieron en bolsas estériles de polietileno cerradas herméticamente y se transportaron en cavas refrigeradas hasta el Laboratorio de Propiedades Biológicas y Químicas de la UNAL Sede de La Paz.

“Cada muestra se lavó con agua potable, se secó a temperatura ambiente y luego se llevó a cámara húmeda a 24 °C por 7 días. La identificación se realizó mediante caracterización macroscópica y microbiológica. Se empleó la técnica de hidrodestilación asistida por microondas para obtener los aceites esenciales a partir de material vegetal cosechado en el campus de la UNAL Sede de La Paz (neem, citronela, limonaria, orégano y albahaca)”, relatan las investigadoras.

Según la microbióloga industrial Yenys Ester Robles Cuello, docente adjunta de la Sede, se aislaron varios hongos dañinos para el cultivo de mango, y en este caso se ensayó con 3 de ellos.

“Se hicieron pruebas de antagonismo, que consisten en enfrentar en una cajita, a una misma distancia, frente a frente, el patógeno y el aceite esencial. En este caso trabajamos con dos aceites esenciales. Lo que se analiza es la inhibición del crecimiento del patógeno, es decir qué porcentaje de inhibición en un tiempo estipulado (en este caso fueron 5 días) logra inhibir el aceite esencial cuando está en presencia del patógeno”, explica la académica.

Al final tuvieron entre 40 y 60 % de inhibición del hongo. Ahora están en ensayos controlados en el Laboratorio para saber cuáles son los mejores aceites esenciales frente a los hongos que atacan al mango.

“Estamos en pruebas de laboratorio. Lo siguiente es estandarizar la técnica y con eso nos referimos a hacer los ensayos sobre el volumen mínimo requerido para inhibir el hongo, su concentración y en cuál se inhibe, o ensayos para estandarizar”, asegura la profesora.

Después de la fase de laboratorio elaboraron emulsiones para estabilizar el material utilizado y determinar con cuál de las plantas existentes se usará según el mejor rendimiento obtenido: si harán solo una emulsión o varias. El siguiente paso es ensayarlo en frutos y también en condiciones controladas de Laboratorio para luego hacer los ensayos en invernaderos.

Al respecto, el químico Diego Camilo Durán García, docente de la UNAL Sede de La Paz, apunta que “esta iniciativa surge en el Semillero de Investigación en Bioprospección de Especies Vegetales, en la línea de Bioinsumos, ante la necesidad del sector agroindustrial del Cesar de controlar plagas y enfermedades en cultivos como el mango, que genera empleo en el sector rural, con organizaciones de base como la Asociación de Hortifruticultores de Colombia (Asohofrucol), que tienen un trabajo de base organizativo y los desarrollos que se puedan dar en esas líneas pueden llegar a impactar positivamente”.