Los agricultores de maíz en España piden la siembra directa para combatir el calentamiento global


Una cooperativa española promueve el cultivo sin labranza de maíz en suelos inclinados y en condiciones de secano.


El desarrollo de sistemas agrícolas sostenibles es esencial para mejorar la salud del suelo y la retención de agua. La tecnología de labranza cero está ganando popularidad en condiciones áridas, ya que se ha demostrado que la temperatura del suelo a una profundidad de 10 cm puede ser hasta tres grados más baja con labranza cero durante toda la temporada de crecimiento, en comparación con la agricultura convencional. Además, las mediciones de erosión en pendientes han demostrado que la pérdida de suelo en parcelas labradas en primavera es, en promedio, 2,6 veces mayor que en parcelas con labranza cero.

Por segundo año consecutivo, la cooperativa española Cobideza promueve la siembra directa de maíz entre sus socios. El año pasado sembraron unas 40 hectáreas con esta técnica y esta temporada esperan alcanzar las 80 hectáreas, según informa el portal agrícola español Campo Galego.

“Las principales ventajas son que la siembra directa supone un importante ahorro de costes, reduce significativamente la erosión en fincas en pendiente y está apoyada por el programa PAC  (nota: Política Agrícola Común de la Unión Europea) con unos 86 euros por hectárea, al estar incluida en los regímenes ecológicos o métodos respetuosos con el medio ambiente”, explica Román Santalla, socio de Cobideza, que prevé sembrar este año unas 40 hectáreas de maíz mediante el método de siembra directa.

En esta zona, muchas fincas tienen una pendiente del 10% o más, y con esta técnica reducimos significativamente la erosión causada por la labranza, evitando que la lluvia arrastre el suelo. Además, los residuos de pasto sirven como refugio, lo que ayuda enormemente al maíz a resistir los periodos de sequía del verano. Es cierto que el rendimiento del maíz se reduce un poco, pero aun así vale la pena, enfatiza el agricultor.

La tecnología de labranza cero para maíz en este caso implica la ausencia de arado, antes o después de sembrar el cultivo se utiliza un deshierbe con herbicida glifosato, luego se agrega estiércol líquido y finalmente se siembra el cultivo utilizando una sembradora especialmente diseñada, que también aplica localmente fertilizantes e insecticidas.

El control constante de malezas y la disponibilidad de nitrógeno son factores importantes que determinan el rendimiento en la producción de maíz sin labranza.

Fuente: Campo Galego.