No hay lugar como el hogar: es donde nuestras mascotas encuentran comodidad, seguridad y protección. Sin embargo, algunos artículos domésticos comunes pueden representar un peligro inadvertido para el hogar donde habitan las mascotas.
La Dra. Shayna Doyle, residente de segundo año de urgencias y cuidados intensivos en la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de Texas A&M, educa a los propietarios sobre las toxicidades comunes, aunque inesperadas, que se encuentran dentro de los hogares y cómo proteger a nuestras mascotas contra estos peligros potenciales.
Exploraciones que salieron mal
Las mascotas son conocidas por explorar con curiosidad cosas nuevas e interesantes en su entorno.
Algunos elementos comunes que podrían tener el potencial de causar daño a las mascotas incluyen:
- Cables eléctricos
- Lirios y otras plantas de interior comunes
- Ciertos medicamentos humanos, incluidos el ibuprofeno, el acetaminofeno y la aspirina.
- Cebo para insectos y repelente de hormigas
- Hilo o cuerda (específicamente para gatos o gatitos, que pueden verse tentados a ingerirlo mientras juegan)
La cocina también puede albergar peligros inesperados, incluidos productos como chicles sin azúcar y mantequilla de maní que contienen xilitol, un edulcorante artificial que es tóxico para perros y gatos.
Con la llegada de la temporada de Acción de Gracias, los pavos pronto serán otro peligro para la salud que los cachorros curiosos se verán tentados a probar de la mesa.
“Un objeto afilado, como un hueso de animal, puede hacer agujeros en cualquier parte, incluso en la boca, el esófago, el estómago y los intestinos de una mascota”, dijo Doyle. “También pueden quedar atrapados en la mandíbula o el esófago.
Algunas de estas situaciones requerirían cirugía inmediata y podrían poner en peligro la vida”.
Las mascotas que exploran una casa también pueden encontrarse con baterías sueltas, que contienen una gran cantidad de sustancias químicas potencialmente peligrosas, entre ellas:
Según Doyle, incluso las baterías más pequeñas pueden suponer un gran riesgo para las mascotas.
“Las pilas de botón, o las pilas gastadas que se ponen en el abre-puertas del garaje, por ejemplo, son el peor tipo de pila que pueden ingerir las mascotas”, afirmó. “Estas pilas generan una corriente eléctrica en cualquier superficie húmeda, por lo que pueden quemar todo el tracto gastrointestinal del animal y provocar síntomas extremadamente graves”.
Síntomas de envenenamiento
El caos de la temporada navideña a menudo puede dejar a los dueños sin darse cuenta de que su amigo peludo ha estado husmeando en algún elemento tóxico.
Si bien monitorear a las mascotas mientras exploran la casa y mantenerla ordenada son algunas de las mejores formas de mantener a las mascotas a salvo de las toxinas del hogar, los dueños también deben estar al tanto de la salud de sus mascotas y estar atentos a los signos de envenenamiento.
Los síntomas comunes que presenta una mascota que ingirió un elemento tóxico podrían incluir:
- Vómitos
- Diarrea
- Un andar tambaleante
- Hábitos alimentarios anormales: comer menos de lo normal o no comer en absoluto
- Cambios de comportamiento: menor capacidad de respuesta o personalidad “desequilibrada”
“Si los síntomas son algo que preocuparía en un niño humano, vale la pena que un veterinario evalúe a la mascota”, dijo Doyle.
Hogares a prueba de mascotas
Los accidentes ocurren, las cosas se caen y las mascotas a menudo desafían todas las probabilidades para acceder a cosas que no deberían. Una pequeña pastilla, un cordón o una pila puede no parecernos gran cosa, pero el daño que puede causar a nuestros compañeros debería hacer que la protección de estos artículos en nuestro hogar sea una prioridad mucho mayor.
“Así como los padres protegen a los niños de los peligros que pueden causarles, los dueños de mascotas deberían proteger sus hogares. Eso significa mantener todos los objetos peligrosos fuera del alcance de su mascota, incluso aquellos que usted cree que no comería ni masticaría”, dijo Doyle.
“Cuando los animales están aburridos, solos en casa o sin supervisión, pueden hacer cosas que nunca esperaríamos, por eso es importante estar preparados para tratar de prevenir tantos resultados negativos como sea posible”.
En lugar de vivir con miedo, los dueños deben conocer las amenazas potenciales, tomar precauciones para mantener los elementos tóxicos fuera del alcance de las mascotas y estar preparados para contactar a un veterinario si ocurre una toxicidad.
