Alimentar las remolachas en julio para obtener jugosidad y vida útil.


En julio, la remolacha de mesa forma sus raíces, y los horticultores, por supuesto, se preocupan por su calidad. La cantidad de azúcares y materia seca afecta el rendimiento de la remolacha, y su conservación se ve afectada por una piel densa y sin pudrición. Una alimentación adecuada de la remolacha en julio es necesaria e importante.


El potasio y el fósforo son elementos clave para la fertilización de julio. El potasio es responsable del llenado, el contenido de azúcar, la jugosidad y la resistencia a las enfermedades. El fósforo acelera la maduración y mejora la vida útil. 

Otra clave para el almacenamiento de la remolacha es el boro. Asegúrese de aplicar una o dos fertilizaciones foliares con una solución de ácido bórico. Esto evitará la pudrición durante el almacenamiento y mejorará la calidad de los tubérculos. La remolacha generalmente tolera bien los fertilizantes complejos con microelementos como el boro y el manganeso. 

¡El nitrógeno se administra con moderación en esta época! Un exceso provocará el crecimiento de las hojas, en detrimento del cultivo de raíces, y empeorará el sabor y la calidad de conservación. Si el suelo es muy pobre y la remolacha clora claramente, se puede administrar una dosis mínima de nitrógeno (por ejemplo, 1 cucharada de nitrato de amonio o urea por cada 10 litros de agua). A finales de julio, el nitrógeno debería eliminarse por completo.

Vigila las remolachas. Si las hojas son demasiado fuertes y de color verde oscuro, y las raíces se retrasan en su crecimiento, es señal de exceso de nitrógeno. Aumenta la proporción de fertilizantes potásicos. Si las hojas están pálidas, es posible que haya carencia de nitrógeno, pero esto ocurre con menos frecuencia en julio.

Cómo alimentar las remolachas en julio

Sulfato de potasio para la jugosidad, el contenido de azúcar y la conservación de la remolacha: 1 cucharada por cada 10 litros de agua. Consumo: 10 litros por 1-1,5 m².

Superfosfato (simple o doble) para acelerar la maduración y la conservación: 1-2 cucharadas por cada 10 litros de agua caliente (dejar reposar 24 horas). Consumo: 10 litros por cada 1-1,5 m².

Sulfato de potasio y magnesio para jugosidad: 1 cucharada por cada 10 litros de agua. Consumo: 10 litros por 1-1,5 m².

Ceniza de madera contra la podredumbre: 1-2 tazas de ceniza por cada 10 litros de agua, dejar reposar de 2 a 3 días. Consumo: 1 litro de infusión por planta.

Levadura + ceniza para clorosis, marchitez y enfermedades del follaje: 100 g de levadura fresca, 0,5 tazas de azúcar y 0,5 tazas de ceniza por cada 10 l de agua. Dejar reposar 3 horas. Diluir 1 l de infusión en 10 l de agua. Consumo: 1 l por planta.

Ácido bórico para el contenido de azúcar, contra la pudrición, para conservar la planta: 5-10 g por 10 l de agua. Rocíe las hojas al anochecer, 1 o 2 veces con un intervalo de 10 a 14 días.

Permanganato de potasio para la podredumbre y otras enfermedades y para la fertilización con manganeso: solución rosa débil (0,1-0,2%)

Recuerda que la fertilización radicular solo funciona con suficiente riego. En julio, las remolachas necesitan humedad para desarrollar sus raíces. Riega regularmente, empapando la tierra hasta una profundidad de 15-20 cm y dejando que se seque ligeramente entre riegos.



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