En los paisajes donde se cultiva café bajo sombra o con árboles remanentes/fragmentos de bosque, las aves encuentran refugio, alimento, sitios de reproducción y corredores naturales.
Redacción Mundo Agropecuario
Estos elementos no solo mejoran la biodiversidad local, sino que aportan servicios ecosistémicos útiles para los caficultores, como control de plagas e insectos, polinización, regulación del microclima, conservación del suelo y retención de agua. Para que estos beneficios se concreten es necesario que el bosque y los árboles de sombra cumplan ciertos criterios: ser suficientemente diversos, conectados, con especies apropiadas, y estar bien manejados.
Investigaciones recientes muestran que los cafetales con sombra albergan mayor riqueza de especies aves tanto migratorias como residentes. Los estudios indican que los paisajes que combinan fragmentos de bosque natural y cafetales sombreados aportan beneficios complementarios: los bosques conservan especies especialistas de bosque y aves reproductoras, mientras que los cafetales sombreados favorecen especies más generalistas, aves migratorias en paso o no reproductoras. En paisajes donde solo se cultiva bajo pleno sol, la diversidad de aves y su abundancia suele ser mucho menor.
Las prácticas que favorecen estos resultados incluyen mantener una cobertura arbórea con especies nativas, conservar árboles grandes y estructuras múltiples de dosel, evitar eliminar completamente la vegetación arbórea, establecer corredores de bosque, reducir la fragmentación, y adoptar certificaciones como “Bird Friendly” u otras similares que exigen criterios de sombra, diversidad de árboles y conservación de hábitats naturales.
Existen desafíos: los caficultores pueden enfrentar menores rendimientos inmediatos si la sombra reduce la radiación solar que recibe el cafeto (aunque en muchos casos esos efectos se compensan con mejoras en calidad de grano, protección frente al clima adverso, menores costos en insumos). Otro reto es la presión para convertir cafetales sombreados a sistemas de sol por razones económicas, desconocimiento de los beneficios ecológicos, falta de apoyo técnico o de mercados que valoren el café “amigable con las aves”. También, la selección de especies arbóreas de sombra no nativas puede ofrecer poco alimento/insectos para especies locales de aves y afectar negativamente el hábitat.
Para implementarlo bien los caficultores pueden empezar evaluando el paisaje: qué bosques remanentes hay, cuán conectados están, qué árboles de sombra ya existen, y su diversidad. Luego elegir especies arbóreas de sombra locales que aporten alimento (frutos, insectos, néctar), forraje/hábitat para aves. Mantener claros corredores de bosque, preservar árboles maduros dispersos, evitar poda agresiva de sombra. Gestionar la sombra de modo que no afecte tan fuertemente la productividad, ajustando densidad arbórea, distribución, especies. Fomentar certificaciones o etiquetas de café sombra/bird-friendly que puedan prestar mayor valor de mercado. Monitorear poblaciones de aves, diversidad, abundancia, para tomar decisiones adaptativas según los resultados locales.
Los paisajes cafetaleros que integran bosques y árboles de sombra pueden ofrecer un entorno mucho más favorable para las aves, tanto residentes como migratorias. Con manejo adecuado estos paisajes no solo benefician la biodiversidad, sino también la sostenibilidad del caficultor a largo plazo. Incorporar sombra, conservar bosque y diversificar especies arbóreas en cafetales es una estrategia clave para producir café con valor ecológico agregado y proteger ecosistemas.
Referencias
“Birds derive benefits from coffee-growing landscapes with forests and shade trees”. Biological Conservation (2022).
“Bird abundance and diversity in shade coffee and natural forest”. ScienceDirect (2022).
“Ecological Benefits of Shade-grown Coffee”. National Zoo / Smithsonian.
“Bird-friendly coffee: Connecting bird-watchers with shade-grown coffee”. (Virginia Tech / Columbia / Cornell).
“Simple Actions: Bird-Friendly Coffee”. Bird Conservancy of the Rockies.
