Productores lideran conservación ambiental al sur de Nicaragua


En el corazón de Río San Juan, más de 170 familias agricultoras están demostrando que es posible conservar la naturaleza mientras se asegura el sustento diario.


Por José Armando González

@Jag Ojeda


A través de un proyecto impulsado por Amigas da Terra, la Asociación para el Fomento del Desarrollo Local Ecosostenible en Río San Juan (ASODELCO) y Amigos de la Tierra España, con financiamiento de la Cooperación Galega, productoras/es de cacao, granos básicos y hortalizas han cambiado sus prácticas para adaptarse al cambio climático, conservar la biodiversidad y fortalecer su economía local.

La iniciativa, que arrancó en el 2023 en comunidades rurales de San Carlos y el Refugio de Vida Silvestre Los Guatuzos al sur de Nicaragua, ha promovido la restauración de ecosistemas degradados mediante prácticas agroecológicas, participación comunitaria y un enfoque de equidad de género. Según datos del proyecto, el 47 % de las familias beneficiadas son lideradas por mujeres, quienes han asumido un rol clave en la producción sostenible y la gestión de los recursos naturales.

Entre los principales logros ambientales destaca la producción de más de 27,000 plantas forestales en 10 viveros comunitarios, utilizadas para reforestar zonas degradadas. Además, se implementaron obras de conservación en 22 fincas, incluyendo barreras vivas y muertas, zanjas de infiltración y sistemas agroforestales adaptados a zonas frágiles; otras/os 12 productoras/es establecieron 1,130 unidades de material vegetativo como zacate de limón, valeriana, esqueje de pitahaya, madero negro, moringa, chayote, camote, piña y caña. Estas acciones han reducido la erosión del suelo y mejorado la recarga hídrica.

En paralelo, se fortaleció la educación ambiental con la participación de más de 100 estudiantes y docentes en cinco centros escolares, en coordinación con el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MARENA). También se organizaron dos brigadas comunitarias contra incendios forestales, equipadas y capacitadas para prevenir y actuar ante emergencias en las comunidades de Santa Elena y Valle de Guadalupe, Los Guatuzos.

Producción sostenible y bancos de semillas

Para tomar mejores decisiones a la hora de producir y manejar agronómicamente los cultivos, se realizaron estudios científicos de gran importancia para la agrobiodiversidad de Río San Juan con la participación activa de las/os productoras/es.

Entre los estudios están: “monitoreo biológico de la fauna asociada al cacao, planificación de fincas, fuentes de alimentos para fauna silvestre en zoocriaderos, fitomejoramiento participativo de maíz, aporte económico y ambiental de los sistemas agroforestales de cacao, dinámica poblacional del caimán, tortugas e iguanas en Los Guatuzos; sistematización del aporte de la mujer en el cuidado del hogar y productivo; y análisis de las variables climáticas y su impacto en la agrobiodiversidad; los primeros cuatro estudios fueron liderados por la Universidad Nacional Agraria (UNA)”, detalló Alvaro Rodríguez, director de Amigos de la Tierra España.

Un experimento participativo de fitomejoramiento permitió probar diez variedades de maíz en parcelas experimentales, destacando el alto rendimiento de las variedades NB-6 certificada, Agraria 01 y Maíz amarillo, con rendimientos entre 20 y 35 quintales por manzana para maíces amarillos y entre 15 y 30 quintales por manzana para maíces blancos. Este trabajo dio origen a dos bancos comunitarios de semillas en Las Azucenas y Valle de Guadalupe, con el objetivo de preservar semillas criollas y acriolladas adaptadas al clima local.

Los huertos familiares biointensivos han sido otra herramienta esencial para mejorar la seguridad alimentaria. En total, se establecieron 25 huertos liderados en su mayoría por mujeres (21) de 11 comunidades, los cuales generaron más de 4,500 libras de cosecha en dos años. A todas/os ellas/os se les distribuyó 19 tipos de semillas criollas durante el 2023 y 2024.

La dieta familiar dependía de la compra de verduras, legumbres y tubérculos en los mercados, pulperías o mercaderes ambulantes; no los sembraban en sus casas o fincas.

Según Oscar Bermúdez, técnico de seguimiento de Amigos de la Tierra España, “para el 2023 fueron 1,978.5 libras de los tres ciclos productivos y en el 2024 se obtuvieron 2,528 libras, experimentando un aumento del 28 %. Los cultivos predominantes fueron: pepino (230 lb), atayote (227 lb), chiltomas (158 lb), malanga (150 lb), papaya (140 lb), tomate (105 lb), camote (96 lb) y frijol (84 lb).

Las mujeres en la conservación

Más de 80 mujeres accedieron a medios productivos, tecnologías y capacitaciones que fortalecieron su autonomía económica y su rol en la conservación de la biodiversidad. Ellas implementaron al menos diez buenas prácticas agroecológicas en sus fincas, como la rotación de cultivos, uso de bioinsumos, cobertura vegetal y bancos de semillas. Algunas también recibieron cocinas y hornos mejorados (22), así como herramientas para sus parcelas.

El proyecto evidenció el aporte de las mujeres rurales con el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, los huertos familiares, los sistemas agroforestales de cacao y los emprendimientos, a través de una sistematización; estimando que dedican entre 10.5 y 13 horas diarias a estas labores, equivalente a más de C$10,400 mensuales según el salario mínimo vigente en Nicaragua. Además, se capacitó a las participantes en temas como deshidratación de frutas, elaboración de conservas, barras energéticas, chocolates artesanales y creación de marcas comerciales.

Hacia una gestión ambiental comunitaria y sostenible

Las acciones impulsadas han consolidado un modelo de gestión ambiental comunitaria que prioriza la sostenibilidad, el conocimiento local y la participación equitativa de mujeres y hombres. Las/os productoras/es de Río San Juan no solo están conservando sus recursos naturales, sino también generando alternativas económicas viables, diversificadas y resilientes frente al cambio climático.

Este enfoque integral demuestra que la conservación ambiental y el desarrollo rural pueden ir de la mano cuando se coloca en el centro las voces y el conocimiento de las comunidades que habitan y cuidan el territorio.


José Armando González es colaborador destacado de Mundo Agropecuario

Este trabajo fue enviado por el autor o autores para Mundo Agropecuario , en caso que se desee reproducir le agradecemos se destaque el nombre del autor o autores y el de Mundo Agropecuario