Beneficios de la proteasa exógena en la alimentación de pollos de engorde y compatibilidad con otros aditivos


Añadir proteasa a las dietas para pollos de engorde mejora la digestibilidad de proteínas y aminoácidos al catalizar la ruptura de enlaces peptídicos, convirtiendo proteínas complejas en péptidos más pequeños y aminoácidos libres, lo que facilita la absorción en el tracto gastrointestinal. En un nuevo ensayo, científicos evaluaron el efecto de añadir proteasa a dietas con o sin sulfato de cobre y formaldehído sobre la digestibilidad estandarizada de aminoácidos en pollos de engorde.


Con la creciente demanda de una producción avícola sostenible y rentable, optimizar el uso de nutrientes es fundamental. 

Las proteasas exógenas mejoran la digestibilidad de las proteínas, reducen la excreción de nitrógeno y mejoran la eficiencia alimentaria, pero sus interacciones con aditivos como el sulfato de cobre (CuSO4) y el formaldehído siguen sin estar claras. 

Este estudio, realizado por expertos de DSM-Firmenich en su Centro Brasileño de Innovación y Ciencias Aplicadas, evaluó los efectos combinados de la proteasa con estos aditivos en la digestibilidad de los aminoácidos, el rendimiento y la calidad ósea de los pollos de engorde. DSM-Firmenich es una empresa suizo-holandesa líder en el mercado brasileño, especialmente gracias a su marca Tortuga. La empresa ofrece aditivos que mejoran el rendimiento, así como soluciones digitales como FarmTell, un software de gestión agrícola que proporciona datos en tiempo real para ayudar a los ganaderos a tomar decisiones informadas.

Proteasas exógenas y suplementos para la salud intestinal de los pollos de engorde

Con los avances en la nutrición avícola, se están volviendo necesarias estrategias para optimizar la eficiencia alimentaria y reducir el costo de la proteína, uno de los componentes más caros de la dieta. 

Las proteasas exógenas han surgido como una solución prometedora para mejorar la digestibilidad de las proteínas y proporcionar aminoácidos esenciales, permitiendo dietas más rentables y eficientes sin comprometer el rendimiento animal. 

Además, reducen la excreción de nitrógeno, mitigando impactos ambientales como la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas enzimas también optimizan la conversión alimenticia y mejoran la salud intestinal, cumpliendo con los requisitos de una producción sostenible y competitiva. 

La tecnología de las proteasas ha avanzado significativamente a lo largo de los años, llegando ahora a su cuarta generación con mejoras en estabilidad y especificidad. Estos avances han aumentado su versatilidad en la formulación de piensos y ampliado su aplicabilidad en diversas formulaciones dietéticas. 

Dados sus beneficios, las proteasas han sido ampliamente estudiadas en la literatura y un conjunto bien establecido de investigaciones ha confirmado su eficacia. 

Además de maximizar la utilización de nutrientes, garantizar la seguridad microbiológica y la calidad del alimento animal es un aspecto fundamental de la producción avícola, ya que el alimento contaminado puede representar un riesgo significativo para la salud de las aves y, como resultado, para las personas que consumen productos animales. 

En este contexto, el uso de formaldehído en los piensos, aunque está prohibido en la Unión Europea desde 2018 por motivos de seguridad laboral, está permitido, regulado y se utiliza ampliamente en algunas regiones como aditivo en los piensos animales para mitigar la contaminación de los piensos por patógenos.

Además, otros aditivos que promueven la salud intestinal se utilizan ampliamente en la industria avícola. Por ejemplo, el sulfato de cobre (CuSO₄), utilizado en cantidades superiores a las recomendadas para satisfacer las necesidades nutricionales de los pollos de engorde, destaca por sus efectos antimicrobianos y promotores del crecimiento. Ayuda a controlar los patógenos entéricos, mejora la salud intestinal y aumenta la eficiencia alimentaria, lo que se traduce en una mayor ganancia de peso, una mejor conversión alimenticia y una menor dependencia de los antibióticos promotores del crecimiento.

Todas estas tecnologías son ampliamente utilizadas y están bien documentadas en cuanto a sus beneficios y eficacia cuando se utilizan individualmente. 

Sin embargo, aún existen incertidumbres respecto de sus posibles efectos sinérgicos o antagónicos cuando se combinan en dietas para pollos de engorde, dada la naturaleza reactiva o sensible de estos aditivos.

Los recientes avances en ingeniería de proteínas han permitido el desarrollo de enzimas más robustas y termoestables que pueden soportar condiciones adversas durante el procesamiento y almacenamiento de alimentos. Sin embargo, debido a las características químicas de las enzimas, se debe tener cuidado al añadir ingredientes al alimento para evitar interacciones o daños que puedan comprometer su funcionalidad.

De manera similar, existen preocupaciones sobre el impacto potencial del formaldehído en la biodisponibilidad de los nutrientes, ya que reacciona con las proteínas para formar grupos metilol, bases de Schiff y puentes de metileno, haciéndolas menos receptivas a las enzimas digestivas.

Además, estudios limitados sugieren que los productos a base de formaldehído pueden reducir la actividad de la fitasa en los alimentos.

De manera similar, el CuSO4, debido a sus enlaces iónicos débiles y alta solubilidad, puede ser altamente reactivo, dañando potencialmente la mucosa intestinal y la capa muscular, oxidando los nutrientes del alimento y reduciendo la eficiencia de la fitasa.

Estudio de compatibilidad de aditivos alimentarios y resultados

Comprender cómo estos aditivos interactúan con las proteasas es importante para optimizar las formulaciones de alimentos y maximizar los beneficios nutricionales. 

Con base en esto, el estudio tuvo como objetivo evaluar el efecto de la suplementación con proteasa sobre la digestibilidad ileal estandarizada de los aminoácidos y el rendimiento y la calidad ósea en combinación con aditivos adicionales como CuSO4 y formaldehído. 

El estudio también determinó si estas combinaciones de aditivos proporcionaban efectos sinérgicos o si los antagonismos comprometían la eficiencia alimentaria y la salud de las aves.

Un total de 500 pollos de engorde machos Cobb MV de un día de edad, vacunados en la incubadora contra las enfermedades de Marek, Gumboro y Newcastle, fueron asignados a siete tratamientos dietéticos, cada uno replicado 10 veces (seis aves por jaula) durante 21 días (14 días de adaptación y 7 días de evaluación). 

Los tratamientos incluyeron dieta de referencia (DR), DR + CuSO4 (600 g/tonelada, 150 mg Cu/kg), DR + formaldehído (2000 g/tonelada), con o sin suplementación de proteasa (30 000 NFP/kg) y dieta libre de proteínas. 

En resumen, la proteasa mejoró la digestibilidad de las proteínas (2,50 %) y de los aminoácidos (esenciales: 2,64 %; no esenciales: 2,52 %) en dietas con CuSO₄ o formaldehído (p < 0,05). El CuSO₄ por sí solo no tuvo efecto, pero su combinación con la proteasa aumentó significativamente la digestibilidad de la proteína cruda (4,63 %). 

El formaldehído redujo la digestibilidad de los aminoácidos, pero la proteasa mitigó este efecto negativo (−4,68 % frente a −1,81 %). La proteasa también mejoró la conversión alimenticia y la resistencia ósea. 

Estos resultados indican que la proteasa en combinación con CuSO4 o formaldehído optimiza la digestibilidad de los nutrientes, mejora el rendimiento de los pollos de engorde y favorece la producción avícola sostenible.

Basado en un artículo de un grupo de autores (Ingrid Palloma Teodosio da Nóbrega, Levi do Vale Teixeira, Vitor Barbosa Fashina, Leticia Cardoso Bittencourt), publicado en la revista Animals 2025 en el portal www.mdpi.com.