El agua de coco favorece la inseminación artificial de cerdos


El uso de agua de coco rica en nutrientes para inseminar artificialmente cerdas podría mejorar la reproducción y la calidad de la carne, según un proyecto llevado a cabo en Uganda.


por SciDev.Net


Uganda tiene la mayor demanda de carne de cerdo en África Oriental, con 3,4 kilogramos per cápita por año, y una población de 3,6 millones de cerdos que proporcionan sustento a más de 1,1 millones de hogares, según el Instituto Internacional de Investigación Ganadera.

Los investigadores concibieron el proyecto de acción comunitaria después de darse cuenta de que la mayoría de los pequeños criadores de cerdos mantienen razas pobres, lo que da como resultado bajas tasas de crecimiento, pocos lechones producidos y carne de cerdo de mala calidad con poca carne magra y alto contenido de grasa.

«La inseminación artificial facilita la recolección de semen de verracos superiores para mejorar los genotipos y, posteriormente, lograr una mayor productividad», dijo Elly Ndyomugyenyi, investigadora principal del proyecto y profesora titular del departamento de producción animal de la Universidad de Gulu en Uganda.

Los agricultores extraen agua fresca de coco de cinco meses, rica en nutrientes como sodio y potasio, añadió. El agua se utiliza para facilitar la inserción y administración del semen en el canal reproductivo de la cerda.

«La alta concentración de sodio y potasio en los cocos verdes contribuye a la movilidad y longevidad de los espermatozoides», explicó Ndyomugyenyi. «Los cocos se consiguen fácilmente en los mercados locales. Se venden como otras frutas locales».

La extracción se realiza abriendo el fruto con una cuchilla higienizada, tras lo cual se vierte el agua en un vaso limpio antes de trasvasarla mediante un paño de algodón.

El proyecto, que es una iniciativa del Foro de Universidades Regionales para el Desarrollo de Capacidades en Agricultura (RUFORUM) con sede en Uganda, comenzó en 2017 y ha involucrado a casi 1.000 pequeños agricultores en Uganda, dijo Ndyomugyenyi.

Los agricultores que participan en el proyecto han recibido formación sobre mejores prácticas ganaderas y ahora están organizados en una asociación de criadores de cerdos, algo que nunca antes había existido en la zona, añadió Anthony Egeru, quien dirige el proyecto comunitario en RUFORUM.

El apareamiento natural con verracos (cerdos machos) conlleva numerosos riesgos, entre ellos la transmisión de enfermedades y la endogamia, que da lugar a crías de mala calidad, explicó.

Los cerdos se exponen al mortal virus de la peste porcina africana debido al traslado de verracos de un lugar a otro. En muchos casos, una aldea entera puede utilizar uno o dos verracos para aparear cerdas, lo que aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades.

Joab Malanda, experto en producción porcina del departamento de ciencia animal de la Universidad Egerton (Kenia), dijo que, además de ayudar al proceso de inseminación, el agua de coco ayuda a aumentar el número de células de espermatozoides vivas viables y extiende su vida.

«Fuera del cuerpo de un jabalí, los espermatozoides viven unas cuatro horas, tras las cuales empiezan a morir por inanición y cambios de temperatura , pero al añadirles agua de coco, viven hasta 96 horas, lo que permite la inseminación en el momento oportuno», explicó a SciDev.Net.

Malanda dijo que el agua de coco también permite la multiplicación, pues un promedio de 200 mililitros de semen extraído de un verraco se puede dividir hasta diez veces, lo que significa que una sola «eyaculación» puede inseminar a diez cerdas a diferencia de una en el apareamiento natural.

Pero para que los agricultores puedan realizar la inseminación, tienen que estar capacitados en la extracción del semen [y] su conservación, explicó Malanda.

Según Ndyomugyenyi, en Uganda existe un mercado disponible para cerdos y carne de cerdo, lo que significa que los agricultores pagarán por el servicio sabiendo que no tendrán pérdidas.

«La inseminación artificial puede adoptarse de forma sostenible y ampliarse en cualquier otro lugar, especialmente entre los pequeños agricultores «, afirmó Ndyomugyenyi. «Esto se debe principalmente a que el coco se encuentra en casi todo el continente africano».