El proyecto INFO-CIT quiere mejorar la gestión de estas frutas una vez cosechadas y minimizar su desperdicio y las pérdidas económicas.
Distinguir qué daño o enfermedad fúngica tiene la fruta también permitirá reducir el uso de fitosanitarios y mejorar el manejo en poscosecha.
El sector citrícola catalán produce anualmente unas 132.000 toneladas de frutas, de las que la inmensa mayoría son mandarinas y naranjas. Por primera vez, los productores y distribuidores de estos alimentos cuentan con un manual descriptivo y una guía fotográfica que ilustran y describen las fisiopatías y enfermedades fúngicas que se detectan más habitualmente. Se han elaborado en el marco del proyecto INFO-CIT, que tiene el objetivo de mejorar el conocimiento sobre estos daños y podredumbres para identificarlas lo antes posible y actuar adecuadamente. Esto minimizará pérdidas económicas y, además, permitirá optimizar el uso de productos fitosanitarios.
Los materiales están dirigidos tanto a los profesionales de las centrales frutícolas como a los que trabajan en organismos públicos o en empresas, y se centra en la poscosecha, es decir, desde que las frutas se han cosechado y se clasifican en las centrales hasta que llegan en los hogares de los consumidores o consumidoras.
Frutas que no se pueden comercializar
Cuando en una fruta se detecta una podredumbre causada por hongos, se deprecia y hay que descartarla y en muchos casos nos indica que podemos tener problemas durante la conservación del resto.
En cuanto a las lesiones, defectos y fisiopatías, pueden ser consecuencia, entre otros, de excesos de frío, desórdenes nutricionales, radiación solar, y en ocasiones representan simplemente un problema de aspecto, ya que no alteran ni la textura ni el gusto. Sin embargo, las frutas con fisiopatías tampoco se pueden comercializar por los canales habituales, porque quedan fuera de los estándares estéticos que piden las distribuidoras o las cadenas de alimentación.
Identificar lo antes posible y mejor todas estas alteraciones es una asignatura pendiente, ya que requiere de experiencia y conocimiento de los síntomas y no es sencillo, porque hay muchas diferentes que al mismo tiempo se pueden confundir porque tienen síntomas similares.
Beneficios económicos
El proyecto INFO-CIT ha incluido la edición de diferentes materiales divulgativos y la celebración de una jornada formativa con medio centenar de profesionales del sector citrícola de Cataluña, a quienes las investigadoras del IRTA les han explicado las claves y síntomas a tener en cuenta para hacer una mejor y más rápida identificación de fisiopatías y podredumbres en naranjas y mandarinas.
“Creemos que el uso de este material tendrá un impacto importante, ya que permitirá a los profesionales identificar las principales problemáticas que afectan a sus productos y adoptar medidas correctivas siempre que sea posible. Un ejemplo sería poder decidir los tratamientos a aplicar o definir el destino de la venta según sea a más larga distancia o no dependiendo de su potencial de conservación», explica Neus Teixidó, jefa del programa de Poscosecha del IRTA y responsable de INFO -CIT.
Todo ello permitirá ayudar a la gestión de la fruta, mejorar los resultados en mercados lejanos, y consolidar a los más cercanos, ya que se espera limitar los retornos de productos que no llegan en condiciones adecuadas.
Beneficios medioambientales y para la salud
Asimismo, identificar pronto qué lesión o podredumbre tiene aquella fruta concreta permitirá reducir y racionalizar el uso de fitosanitarios. «Si se reconoce que el problema es, por ejemplo, debido a un exceso de frío o de una lesión mecánica, queda claro que no hay necesidad de realizar tratamientos fitosanitarios, ya que éstos sólo serían útiles en caso de patógenos», explica Teixidó. Conocer al agente causante de la podredumbre nos permitirá hacer un uso más racional y adecuado de los productos fitosanitarios, lo que supone un claro beneficio para la salud humana y el medio ambiente
Asimismo, «una detección precoz permite implementar estrategias para prevenir el desarrollo de infecciones o la propagación de daños en otras frutas», remarca la responsable del proyecto.
Las principales especies de frutas, ya cubiertas
INFO-CIT es la continuación de dos iniciativas anteriores que habían editado materiales referentes a las fisiopatías/daños y las podredumbres de la fruta de pepita (melocotón y nectarina) y de la fruta de semilla (manzana y pera). «De esta forma, ya hemos cubierto la información para las principales frutas producidas en Cataluña», concluye Teixidó, que recuerda que esta información, editada también en castellano, puede ser útil más allá del territorio catalán.
Este material se suministra a los profesionales del sector de forma gratuita para que pueda llegar al mayor número de usuarios.