La FAO busca sostener a los agricultores de Ucrania



ROMA – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó este martes 19 un plan para auxiliar a los agricultores de Ucrania en la siembra de hortalizas y papas durante la primavera boreal, en el cuido de sus ganados y para salvar la cosecha de trigo de invierno.


La preocupación inmediata  es “salvar la temporada de siembra de primavera en curso y evitar la interrupción de la próxima cosecha de invierno, ya que esto podría amenazar gravemente la seguridad alimentaria del país”, dijo Rein Paulsen, director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO.

La guerra iniciada con la invasión de fuerzas rusas el 24 de febrero provoca el éxodo de millones de personas de las principales ciudades y también del campo, impacta el mercado global de alimentos con alzas de precios y temores de desabastecimiento, y a la vez afecta la seguridad alimentaria de la población de Ucrania.

La FAO había requerido ayuda urgente por 50 millones de dólares para auxiliar a los pequeños y medianos cultivadores y criadores ucranianos, pero ahora ha más que duplicado esos requerimientos, elevándolos a 115 millones de dólares.

Con ese plan, la organización espera asistir a 376 660 hogares agrícolas pequeños y medianos, lo que supone casi un millón de personas, antes de diciembre de 2022.

La enorme destrucción de los cultivos y la infraestructura debido a la guerra pone en peligro la producción y la seguridad alimentarias en ese país que contaba 44 millones de habitantes antes de la guerra. Más de siete millones debieron desplazarse de sus hogares y más de cuatro millones han huido al exterior.

La agricultura es crucial para la economía de Ucrania, gran productor y exportador de cereales y aceite de girasol, es fundamental para la seguridad alimentaria y los medios de vida de su población, y la FAO estima que en 2022 no podrá cultivarse al menos un tercio de los terrenos agrícolas del país.

El sector de la agricultura en pequeña escala aporta 41 % del producto bruto agrícola y es fundamental para el empleo local. Además de producir alrededor de una quinta parte de los cereales, los pequeños productores dominan subsectores esenciales para una diversidad y una dieta nutritiva.

Así, producen 85 % de los vegetales, 83 % de las frutas y bayas, 99 % de la miel, 70 % de la leche, 33 % de la carne vacuna, 38 % de los cerdos, y 45 % de las aves de corral y de sus huevos.

La población que huye, y el reclutamiento de los hombres en las fuerzas de defensa territorial, provocan escasez de mano de obra y un aumento de la carga que soportan las mujeres. La situación se ha agravado a causa de una reducción del acceso a insumos agrícolas de crucial importancia y de su disponibilidad.

Mientras prosiguen las hostilidades entre fuerzas rusas y ucranianas, las poblaciones en zonas de conflicto activo se enfrentan a grave escasez de alimentos, agua y energía. La situación es preocupante en grupos de población como los hogares en situación de inseguridad alimentaria y encabezados por mujeres.

La preocupación inmediata de la FAO es la campaña de siembra de primavera en curso y la interrupción anticipada de la próxima cosecha de cultivos de invierno, que típicamente ocurre en junio y julio.

Se estima que 49 % del trigo de invierno y 38 % del centeno que se cosechará en julio-agosto de 2022 está en áreas afectadas por la guerra.

Los girasoles generalmente se plantan en abril y se cosechan en septiembre y octubre, predominantemente en el sur, donde están las provincias más afectadas por la guerra. El área sembrada de girasoles en 2022 puede ser 35 % menor que la sembrada en 2021.

La FAO se propone auxiliar con insumos agrícolas, semillas y dinero en efectivo a grupos de cultivadores, y a los pequeños y medianos ganaderos con pienso, forraje, insumos veterinarios y ganado menor.

El plan contempla igualmente apoyo a los medianos productores y a los actores fundamentales a lo largo de las cadenas de suministro agroalimentario, para mantener la operación de los mercados y el acceso a los alimentos en las ciudades.

A-E/HM