La filtración magnética de fosfato como nuevo método para producir fertilizantes a partir de aguas residuales agrícolas


En 2022, se lanzó en la Universidad de Wageningen el proyecto MAD (Magnetic Adsorción Desorción), un ambicioso estudio para extraer fosfatos directamente de las aguas residuales, sin crear flujos de residuos adicionales y con una mínima adición de productos químicos. Ahora, dos años después, los científicos están resumiendo los primeros resultados: ¿realmente funciona?


Norbert Kuipers y Ronald Vroon, investigadores de la Universidad de Wageningen que participan en el proyecto MAD, afirman que técnicamente el enfoque innovador funciona, pero aún quedan dudas desde el punto de vista comercial.

“El proyecto WUR analiza la atracción magnética como un método eficaz para filtrar el fosfato de las aguas residuales de las granjas ganaderas. La filtración magnética no sólo es mejor para el medio ambiente, sino que también abre la posibilidad de reciclar el fosfato. Esto se logra añadiendo partículas de magnetita a las aguas residuales. Los iones de fosfato se unen a la magnetita y luego el imán elimina estas partículas, incluido el fosfato, del agua. Luego, la magnetita y el fosfato se pueden separar nuevamente para reutilizar la magnetita y recuperar el fosfato”, explican los investigadores. 

“Sin embargo, después de las pruebas prácticas, todo resultó un poco más difícil de lo esperado. La magnetita que teníamos en mente inicialmente no retenía suficiente fosfato, por lo que no era económicamente viable”, afirma Kuipers. “Pero no estamos ni mucho menos decepcionados. Es una idea progresista y, afortunadamente, hemos encontrado una buena solución en un tipo diferente de magnetita”.

«Lo bueno es que ahora tenemos una prueba de concepto», añade Vroon. – Aunque la magnetita anterior no era ideal, con el modelo desarrollado y probado para las tres empresas y sus aguas residuales, podemos hacer predicciones adecuadas para la implementación de este proceso. Luego podremos confirmarlo experimentalmente con nueva magnetita. Sabemos que puede absorber más fosfatos, pero aún no sabemos qué tan estable es. ¿Podemos usarlo durante unos 30-50 ciclos? ¿Y todas las partes del proceso funcionan lo suficientemente bien? En resumen, aún queda mucho por explorar en el futuro. Porque no sólo es importante la filtración sostenible de fosfatos, sino también la reutilización de esta sustancia, la magnetita; para que el proceso sea rentable esto no debe alcanzarse en un 99%, sino en un 99,9% o más. De lo contrario, perdemos demasiada magnetita y habrá que reponerla una y otra vez. Al mismo tiempo, existe confianza en el futuro de esta tecnología innovadora”.

Fuente y foto: www.wur.nl.