¿A qué profundidad plantar gladiolos para obtener flores exuberantes y tallos fuertes?


Los gladiolos son una de las flores más populares que pueden agregar acentos vibrantes y elegancia a cualquier diseño de paisaje. Pero al cultivar estas flores, especialmente para la venta, es necesario saber a qué profundidad plantar los gladiolos, o más precisamente, los bulbos que compró o recibió como regalo. Si se plantan correctamente, los gladiolos se desarrollarán adecuadamente, no se caerán y los bulbos generarán un buen retorno de la inversión.


El gladiolo es una lujosa planta con flores que pertenece a la familia del iris. Tiene hojas largas y estrechas y tallos florales altos en los que se ubican flores grandes. Las flores de gladiolo vienen en una variedad de colores, incluyendo variedades blancas, amarillas, rosas, rojas, moradas e incluso bicolores. La floración se produce en verano y, dependiendo de la variedad, puede durar varias semanas.

Los gladiolos en el diseño paisajístico del sitio se ven muy bien en combinación con astilbes, para crear texturas contrastantes, con rosas, un estilo romántico, así como con plantas perennes como los daylilies o la equinácea, que florecerán en otro período y proporcionarán un flujo colorido continuo en el jardín.

Los gladiolos se pueden utilizar para crear arreglos florales en macizos de flores. Por ejemplo, puedes plantar flores inferiores en el primer plano y gladiolos en el fondo. Esto creará una apariencia en capas y agregará profundidad a su jardín. Los gladiolos son buenos para crear bordes o callejones. Plántalos en hileras para formar caminos vibrantes de color. Esto no solo será hermoso, sino que también ayudará a resaltar diferentes áreas de su propiedad. 

Hay variedades de gladiolos gigantes con flores muy grandes y de hasta 1 metro de altura, que requieren apoyo. Por otro lado, también se venden variedades de porte bajo, cuya altura no suele superar los 60 cm, para toboganes alpinos y rocallas. Se pueden cultivar varias variedades para la venta y crear ramos espectaculares.

El gladiolo (lat. gladiolus ) es una planta herbácea perenne que forma bulbos. 

El bulbo del gladiolo es un órgano que sirve para almacenar nutrientes y humedad, así como para la reproducción de la planta. Es un brote subterráneo rodeado de escamas carnosas que protegen los tejidos internos. Los bulbos de gladiolo tienen la capacidad de acumular reservas de nutrientes, lo que permite a la planta sobrevivir condiciones desfavorables (por ejemplo, el invierno) y recuperarse después de la floración. Un brote crece del bulbo en la parte superior y el sistema de raíces se forma en la parte inferior.

Una vez finalizada la floración (normalmente a finales del verano), los bulbos de gladiolos deben desenterrarse para evitar que se pudran en el suelo. Luego, los bulbos se limpian de tierra, se secan y se almacenan en un lugar oscuro y ventilado a una temperatura de unos 5-10 ° C hasta la siguiente plantación. Puedes utilizar redes o cajas de cartón para almacenar y garantizar el acceso del aire.

Cuándo plantar gladiolos

El momento de plantar gladiolos depende de las condiciones climáticas de su región. Los bulbos de gladiolos suelen plantarse a principios de mayo, cuando:

1. Las heladas han pasado: los gladiolos no toleran las heladas, por lo que es importante esperar a que pase la amenaza del regreso del frío. En la mayoría de las regiones de Rusia, esta época llega a principios de mayo.

2. La temperatura del suelo aumenta: la temperatura óptima para plantar bulbos es de unos 10-12°C. Si el suelo todavía está frío, es mejor esperar unos días para evitar que se pudran los bulbos.

3. El clima es soleado: elija un día soleado para plantar, ya que esto ayudará a evitar el exceso de humedad y la pudrición.

Recuerde que los gladiolos prefieren zonas soleadas y protegidas del viento. Crecen mejor en suelos ligeros, bien drenados y con una reacción neutra. Es necesario excavar el suelo hasta una profundidad de 30 cm y añadir fertilizantes orgánicos como compost o estiércol podrido. Esto proporcionará a las plantas los nutrientes necesarios. Si su suelo es pesado y arcilloso, puede valer la pena agregar perlita para mejorar el drenaje.

Antes de plantar, se recomienda tratar los bulbos contra enfermedades fúngicas. Para este fin, puede utilizar una solución débil de permanganato de potasio o fungicidas especiales.

¿A qué profundidad plantar gladiolos?

La profundidad de plantación es importante. Los bulbos de gladiolos se plantan a una profundidad de 10-15 cm, dependiendo de su tamaño. Los bulbos más grandes deben plantarse más profundamente.

Si el bulbo tiene más de 5 cm de diámetro, la profundidad de plantación debe ser de unos 15 cm. Para bulbos más pequeños (hasta 5 cm de diámetro) es adecuada una profundidad de unos 10 cm.

La plantación profunda garantiza una mejor estabilidad de la planta. Las raíces, al estar en una capa de suelo más húmeda, pueden desarrollarse mejor y recibir los nutrientes necesarios. Una plantación demasiado superficial puede provocar una cobertura insuficiente de los bulbos, haciéndolos vulnerables a las quemaduras solares y al sobrecalentamiento, especialmente en días calurosos, y también puede provocar que la planta se acame.

El agujero debe ser lo suficientemente amplio y profundo para acomodar el bulbo a la profundidad deseada, siendo el ancho de unos 20 cm.

Mezcle la capa superior de tierra que excavó con fertilizante granular (como fertilizante para plantas con flores) de acuerdo con las instrucciones del paquete. Añade un poco de harina de huesos o ceniza de madera, que enriquecerá el suelo con fósforo y potasio, que son necesarios para una floración saludable. Después de esto, rellene el agujero con la mezcla de tierra nutritiva resultante.

Coloque los bulbos en el agujero a la profundidad deseada, asegurándose de que la punta del bulbo esté apuntando hacia arriba. Deje una distancia de 15-20 cm entre los bulbos para garantizar suficiente espacio para el crecimiento y desarrollo. Después de plantar los bulbos, es necesario regar bien la plantación para asegurar el contacto de los bulbos con el suelo y ayudarlos a echar raíces.