Cuando aparecen «invitados» rastreros como cochinillas y milpiés en un manzano, suele causar un ligero pánico. Claro que es desagradable descubrir una horda de ágiles criaturas rastreras en el árbol. Bajo la corteza, en las grietas, en la misma base, corren milpiés y las conocidas cochinillas, amantes de la humedad. Es tentador usar un pulverizador y acabar con ellas. Pero ¿son realmente plagas?
Primero, veamos a qué nos enfrentamos. Una cochinilla de la humedad no es un insecto. Es un crustáceo terrestre. Sí, un pariente de los camarones y las langostas que ha migrado a la tierra. Ama la humedad, la oscuridad y los rincones apartados. ¿Qué aspecto tiene? Un cuerpo ovalado de color marrón grisáceo, dividido en segmentos. Si lo tocas, se enrosca como una bola. ¿Qué come? ¡Esa es la clave! Las cochinillas de la humedad son saprófagas. Esto significa que se alimentan de materia orgánica en descomposición: madera podrida, hojas caídas, corteza muerta, fruta podrida. ¡No pueden morder ni roer tejido vegetal sano y vivo!
Los milpiés y los milpiés comunes constituyen una clase distinta de artrópodos. Tienen un cuerpo largo, similar a un gusano, con numerosas patas. Un milpiés es de apariencia rígida, a menudo de color marrón oscuro o negro. Se mueve de forma suave y ondulante. Cuando se siente amenazado, se enrosca en espiral. ¿Qué comen? La mayoría de los milpiés, especialmente los comunes, también son saprófagos. Procesan la materia vegetal muerta, convirtiéndola en sustrato fértil. Sus piezas bucales tampoco están adaptadas para dañar las plantas vivas.
Entonces, ¿son peligrosos para los manzanos? En resumen: no, no son directamente peligrosos. Tu manzano no es su mesa, sino su hogar y refugio. No mastican las raíces, los brotes, la corteza ni las hojas. Su dieta consiste en partes muertas y en descomposición del árbol.
Y aquí hay un punto importante: la mera presencia de cochinillas y milpiés en el tronco de un manzano no es la causa del problema, sino un síntoma. Son como un indicador que grita: «¡Oye, jefe! ¡Aquí hay algo delicioso para nosotros!». Y para ellos, las cosas sabrosas incluyen huecos, grietas con madera podrida en el interior, corteza muerta que se ha desprendido del tronco y ha creado una cavidad húmeda, y fruta podrida que permanece en las ramas o en el círculo del tronco. Las cochinillas y los milpiés también se sienten atraídos por la humedad constante en la base del árbol debido a un riego inadecuado, agua estancada, una capa de mantillo demasiado gruesa o una enfermedad fúngica grave (como el cancro negro), que provoca la muerte de secciones de la corteza.
Conclusión: las cochinillas de la humedad y los milpiés no matan un árbol sano. Sin embargo, su gran cantidad indica que el árbol está debilitado, presenta daños y zonas podridas que atraen a estos «insectos limpiadores». Este es su peligro indirecto: señalan un problema que podríamos haber pasado por alto.
¿Qué debemos hacer? Nuestra primera tarea es ayudar al árbol. Inspeccione cuidadosamente el manzano. Revise bajo la corteza suelta, buscando huecos o zonas blandas y flácidas en el tronco. Evalúe la humedad del suelo en las raíces. Luego, realice un tratamiento de desinfección. Raspe con cuidado la corteza vieja, muerta y suelta del tronco y las ramas esqueléticas. Hágalo con una rasqueta de madera o plástico para evitar dañar el tejido vivo. Aquí es donde se encuentra la mayor concentración de sus «inquilinos». Asegúrese de quemar todos los restos. Limpie los huecos, grietas y heridas que encuentre hasta dejar madera sana, desinféctelos con una solución de sulfato de cobre al 3% y luego séllelos con barniz de jardín o una pasta especial. Después de limpiar y tratar, asegúrese de blanquear los troncos. Esto desinfecta y sella las pequeñas grietas, impidiendo que las plagas encuentren escondites.
Limpie la zona del tronco del árbol. Retire todas las hojas caídas, los residuos y los desechos directamente del tronco. Ajuste el riego. Evite que se formen charcos permanentes en el cuello de la raíz. Si aplica mantillo, aléjelo 10-15 cm del tronco para evitar que toque la corteza y se pudra.
En la mayoría de los casos, no es necesario tratar los manzanos específicamente contra cochinillas y milpiés. Si su número es psicológicamente insoportable, se pueden usar productos a base de tierra de diatomeas (es inofensiva para el suelo, pero mata físicamente a los pequeños artrópodos) o colocar trampas (tablas o trapos húmedos) de debajo de las cuales se pueden recoger y transferir a la pila de compost, donde su efecto será muy útil.
Las cochinillas y los milpiés de los manzanos no son enemigos. Son cuidadores que te alertan sobre problemas de higiene y salud del árbol. No dispares a los gorriones con un cañón. Simplemente escucha sus señales, limpia a fondo el jardín y cura las heridas del árbol; así, estas criaturas reptantes pasarán desapercibidas e incluso serán habitantes beneficiosos de tu ecosistema.
