Un trabajo publicado en Environmental Research Letters advierte que inyectar dióxido de azufre en la estratósfera, una de las técnicas más discutidas para enfriar la Tierra, podría disminuir la calidad nutricional de los alimentos.
Redacción Mundo Agropecuario
La idea de enfriar el planeta mediante la inyección de aerosoles reflectantes en la atmósfera, una forma de geoingeniería solar, ha sido discutida durante años como posible medida de emergencia frente al calentamiento global. Sin embargo, una nueva investigación encabezada por científicos de la Universidad de California en Berkeley y publicada en Environmental Research Letters advierte que este tipo de intervención climática podría tener consecuencias inesperadas sobre la nutrición mundial.
El estudio modeló un escenario en el que se libera dióxido de azufre (SO₂) en la estratósfera para reflejar parte de la radiación solar. Aunque esta acción reduciría la temperatura global, los investigadores hallaron que también alteraría la composición química de los cultivos, disminuyendo su contenido proteico. Según el equipo, este efecto se debe a que el enfriamiento afectaría la eficiencia fotosintética de las plantas y modificaría el balance de nitrógeno en los suelos.
En palabras de sus autores, “una menor radiación solar no solo reduce la productividad agrícola, sino que puede cambiar la calidad de los alimentos que se producen, especialmente su aporte de proteínas y micronutrientes”. Entre los cultivos más vulnerables se encuentran los cereales como el trigo, el arroz y el maíz, que constituyen la base alimentaria de más de la mitad de la población mundial.
Los investigadores advierten que, si bien la geoingeniería solar podría mitigar algunos impactos del cambio climático, su aplicación sin un conocimiento profundo de las consecuencias biogeoquímicas sería riesgosa. “Reducir la temperatura del planeta no significa necesariamente mejorar las condiciones para la agricultura o la nutrición humana”, explicó el equipo de Berkeley.
El trabajo también sugiere que regiones dependientes de la agricultura tropical o subtropical serían las más afectadas, ya que el efecto de la luz solar en los procesos metabólicos de las plantas es más pronunciado en climas cálidos y húmedos. Además, los autores subrayan que el dióxido de azufre, al reaccionar en la atmósfera, podría tener impactos secundarios sobre la formación de nubes, la acidez de las lluvias y la salud del suelo.
Si bien la geoingeniería sigue siendo un tema experimental, el estudio refuerza los llamados a no considerar estas técnicas como sustituto de la reducción de emisiones. En palabras de los investigadores, “las intervenciones a gran escala pueden ofrecer beneficios climáticos aparentes, pero a costa de complejas alteraciones ecológicas que todavía no comprendemos del todo”.
Referencias
University of California, Berkeley. “Solar geoengineering may cool Earth but cut protein content of crops”, Environmental Research Letters, 7 noviembre 2025.
Phys.org. “Climate intervention could cut protein content of major crops”, 8 noviembre 2025.
