Hoy en día, con el encarecimiento de los fertilizantes nitrogenados minerales y los pesticidas, crece el interés por los cultivos de abono verde, que, al sembrarse con trigo, podrían contribuir a la obtención de grano de alta calidad, reduciendo al mismo tiempo los costos de dichos recursos. La siembra con agrodrones simplifica esta práctica agrícola y, por lo tanto, se está probando cada vez más en las explotaciones agrícolas.
Numerosos estudios demuestran que el uso correcto de abonos verdes en la rotación de cultivos con trigo aumenta la producción entre un 10 % y un 15 %, e incluso más en algunos casos. Un campo sano produce una cosecha sana y abundante. La subsiembra de abonos verdes es una técnica agrícola que consiste en sembrar cultivos de abono verde en un cultivo principal en crecimiento (en este caso, el trigo) poco antes de la cosecha. Tras la cosecha del trigo, el abono verde permanece en el campo, solo o mezclado con otras especies, donde continúa creciendo y cumpliendo su función, para luego incorporarse al suelo o permanecer en la superficie como mantillo.
El creciente interés por este método se debe a una serie de ventajas significativas que afectan directamente a la economía de la explotación y a la salud del suelo.
- Restauración y protección del suelo. El trigo, especialmente en monocultivo, agota considerablemente la tierra cultivable. El abono verde, sembrado después de la cosecha, afloja el suelo compactado con un potente sistema radicular, previniendo la erosión hídrica y eólica. Crea canales para la humedad y el aire, mejorando la estructura y la capacidad de humedad del suelo.
- Fertilización natural y ahorro de nitrógeno. Este es el factor clave. Los abonos verdes de leguminosas son verdaderas «fábricas de nitrógeno». Tras la siembra, la masa vegetal se descompone, enriqueciendo el suelo con materia orgánica y nitrógeno disponible para cultivos posteriores (incluida la futura cosecha de trigo). Esto permite una reducción significativa del coste de los costosos fertilizantes minerales.
- Control de malezas, enfermedades y plagas. El abono verde sembrado densamente suprime activamente el crecimiento de malezas, privándolas de luz y espacio. Cultivos como la mostaza y el rábano liberan sustancias en el suelo que lo esterilizan de patógenos que causan la pudrición radicular del trigo (por ejemplo, el patógeno Fusarium ). Esta es una forma natural de mejorar la rotación de cultivos.
- Retención de humedad y retención de nieve. El rastrojo de trigo combinado con los cultivos de abono verde que quedan para el invierno (por ejemplo, centeno de invierno o meliloto) retiene bien la nieve, lo que ayuda a acumular humedad en el suelo en primavera. Esto es fundamental en regiones con climas áridos.
La siembra de abonos verdes en trigo mediante agrodrones se considera un método moderno que permite sembrar rápidamente grandes extensiones a tiempo, sin dañar el cultivo principal con la maquinaria. En los Países Bajos, ya se ha acumulado experiencia en este ámbito y se han extraído algunas conclusiones.
Como escribe Leo Tolhuysen en un artículo del portal Nationale Proeftuin Precisielandbouw, «Brian Salomé, de IJzendijke (al oeste de Flandes zelandés), está bastante satisfecho con la forma en que el abono verde emergió del trigo el 28 de julio de este año. El abono verde se sembró en una parte del campo con un dron hace poco más de un mes, antes de la germinación. El trigo se trilló el 16 de julio. Tras la siembra, cayeron unos diez milímetros de precipitación, tras lo cual el suelo permaneció seco hasta la cosecha del trigo. Se sembró una mezcla rica en especies de abonos verdes sensibles a las heladas, que incluía sorgo y facelia. Gracias al enraizamiento de estas dos especies, la mezcla tiene un efecto positivo en la estructura del suelo y promueve la acumulación de una gran cantidad de materia orgánica. Más de la mitad de las semillas de la mezcla son leguminosas, que aportan mucho nitrógeno. Debido a su sensibilidad a las heladas, la mezcla se adapta bien al sistema de siembra directa que Salomé… Se ha estado experimentando con esto durante varios años. En otra zona, se sembró una mezcla de trébol Limagrain con una capa de arcilla en el trigo.
El investigador de suelos y aguas Ardi Saarloos, de la Universidad e Investigación de Wageningen (WUR), lidera un proyecto de siembra con drones en el suroeste de los Países Bajos. Una de las ventajas de la resiembra relativamente tardía de abono verde con dron, en comparación con la resiembra tradicional, afirma, es que el control de malezas puede continuar durante un tiempo relativamente largo después de la siembra del trigo. Por otro lado, ya no es posible controlar (mecánicamente) las malezas en el rastrojo de cereal. «Por lo tanto, este método de siembra con dron no es un método independiente. Debe integrarse en una estrategia de control de malezas en la parcela», explica el científico. Salomé añade: «En cuanto al control de malezas, solo es posible con un herbicida aplicado al suelo en otoño, no en primavera».
Saarloos señala además que la eficacia de la resiembra de abono verde con drones depende en gran medida de las condiciones durante y después de la siembra: «Las semillas caen al suelo y no se incrustan. La tierra húmeda, o mejor aún, la lluvia después de la siembra, tienen un impacto significativo en el resultado». La etapa de desarrollo del grano también influye. El agricultor Remco Westdorp de Sommelsdijk sembró una mezcla de trébol en un campo de trigo el 31 de mayo: «En retrospectiva, no fue el mejor momento. La tierra permaneció seca durante demasiado tiempo después de la siembra. Además, se siembra en brotes de trigo verdes y densos. Habría sido mejor sembrar más tarde, en julio, después de la floración, cuando el grano comienza a llenarse». «Pero», dice Saarloos, «eso es en retrospectiva. Las cosas podrían haber resultado muy diferentes si la primavera no hubiera sido tan seca».
Así pues, a pesar de sus numerosas ventajas, la tecnología presenta desafíos. El principal riesgo es la competencia por la humedad. En condiciones de sequía, los abonos verdes sembrados demasiado pronto o con demasiada densidad pueden empezar a competir con el trigo por el agua y los nutrientes, por lo que es necesario calcular con precisión las dosis y el momento de siembra en función de las condiciones climáticas y la humedad del suelo. Sin embargo, en general, los agricultores afirman que sembrar abonos verdes en el trigo es un paso deliberado hacia la agricultura regenerativa. Es una estrategia que permite trabajar no contra la naturaleza, sino en cooperación con ella.
