Las franjas de tierra sembradas con flores entre los campos son la medida ambiental más popular en la agricultura.
por la Universidad de Göttingen
Atraen polinizadores como mariposas y abejas silvestres, tienen un aspecto atractivo y se pueden implementar rápidamente. Sin embargo, el objetivo de crear y mantener un paisaje estructuralmente diverso y, por lo tanto, particularmente rico en especies no se logrará si las franjas de flores son la única medida adoptada.
Investigadores de la Universidad de Gotinga han descrito cómo los paisajes agrícolas deben diseñarse para albergar numerosas especies y garantizar otras funciones sociales y ecológicas, como proporcionar naturaleza para la recreación humana y la protección del clima. El artículo de perspectiva se publicó en la revista Biological Conservation .
La expansión de la agricultura en el paisaje es la principal causa del declive global de las especies. Para aumentar la biodiversidad en estos paisajes, los hábitats que proporcionan recursos adicionales deben estar separados de las áreas cultivadas. Las franjas de flores que viven solo durante la temporada de crecimiento son comunes en la Unión Europea. Sin embargo, solo albergan una gama limitada de especies vegetales y animales .
Según este estudio, la preservación de la biodiversidad requiere diversas medidas a nivel del paisaje. Se necesitan diferentes tipos de hábitats, como tierras de cultivo con diversos cultivos, junto con áreas naturales para plantas anuales y perennes , tanto terrestres como en aguas corrientes o estancadas. Reducir el tamaño de los campos de cultivo también crea más estructuras en los bordes para proporcionar alimento, anidación y refugio a los animales.

Los hábitats con diferentes estructuras pueden complementarse en cuanto a la disponibilidad de recursos a lo largo del año, lo que permite que las especies se desplacen entre ellos. Esto crea diversos tipos de hábitats y comunidades menos amenazadas de extinción y promueve importantes servicios para el ecosistema, como la polinización de cultivos y el control biológico de plagas.
Además, los programas agrícolas y ambientales deberían centrarse más en la colaboración dentro del sector agrícola y con otras partes interesadas. «Necesitamos una colaboración más estrecha entre todos los grupos interesados para crear paisajes agrícolas respetuosos con la biodiversidad y con hábitats diversos, de modo que la riqueza de especies de nuestros paisajes cultivados pueda restaurarse y preservarse», enfatiza la autora principal, la profesora Teja Tscharntke, del Grupo de Agrobiodiversidad Funcional y Agroecología de la Universidad de Gotinga.
Más información: Teja Tscharntke et al., Más allá de las franjas florales: la restauración de la biodiversidad requiere mayor heterogeneidad del paisaje, Conservación Biológica (2025). DOI: 10.1016/j.biocon.2025.111474
