Las emblemáticas plantaciones de clavo en la isla de Ternate, en el este de Indonesia, enfrentan una amenaza creciente debido al cambio climático.
Redacción Mundo Agropecuario
Los agricultores locales reportan que las alteraciones en los patrones de lluvia y las temperaturas impredecibles están afectando negativamente la producción de esta especia, esencial tanto para la economía local como para la identidad cultural de la región.
Jauhar Mahmud, un agricultor de 61 años con 150 árboles de clavo, explicó que las lluvias intensas y erráticas dificultan la cosecha, ya que las flores del clavo requieren condiciones climáticas específicas para desarrollarse adecuadamente. En temporadas favorables, un solo árbol podía producir hasta 30 kilogramos de clavo; sin embargo, las condiciones climáticas adversas han reducido significativamente estos rendimientos.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los rendimientos de clavo en Indonesia han mostrado una variabilidad considerable en las últimas dos décadas, siendo el rendimiento en 2023 casi un 25% inferior al pico alcanzado en 2010.
El impacto del cambio climático no solo afecta la producción, sino también la calidad del clavo. El proveedor Rumen The señaló que las condiciones climáticas extremas han llevado a una disminución en la calidad del producto, lo que ha provocado una caída en los precios de hasta un 50% durante la temporada de cosecha.
Frente a estos desafíos, muchos agricultores están considerando abandonar el cultivo del clavo. Mahmud, quien representa a 36 agricultores en la isla, expresó su preocupación por el futuro de esta tradición agrícola y hace un llamado a los países importadores de especias para que consideren los problemas climáticos globales que amenazan la sostenibilidad de este cultivo ancestral.
