La presión sobre la tierra agrícola y la necesidad de producir energía renovable han dado lugar a una innovación sorprendente: los invernaderos solares flotantes.
Estos sistemas combinan paneles fotovoltaicos y estructuras agrícolas instaladas sobre embalses, lagunas o represas, permitiendo cultivar alimentos mientras se genera electricidad limpia.
El concepto de doble uso del agua
El espacio disponible para agricultura intensiva y energía solar en tierra firme es cada vez más limitado. Los invernaderos flotantes ofrecen una alternativa estratégica: aprovechar superficies acuáticas artificiales para instalar plataformas que sostienen tanto paneles solares como cultivos protegidos.
La ventaja es doble. Por un lado, el agua reduce la temperatura de los paneles, aumentando su eficiencia energética hasta en un 10 %. Por otro, la cobertura de los invernaderos limita la evaporación del agua, beneficiando tanto al cultivo como a la gestión hídrica.

Proyectos piloto en el mundo
En 2024, un consorcio de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur presentó el primer prototipo de invernadero flotante para el cultivo de hortalizas de hoja. El sistema redujo en un 40 % la necesidad de riego gracias al microclima generado por la superficie acuática.
En los Países Bajos, la empresa Floating Solar NL ha desarrollado granjas solares flotantes combinadas con invernaderos experimentales donde se cultivan fresas y tomates. Los resultados preliminares muestran que las plantas sufren menos estrés térmico, aumentando la calidad de la producción.
En España, un proyecto financiado por la Universidad Politécnica de Valencia evalúa el cultivo de hierbas aromáticas en invernaderos flotantes instalados en embalses, con miras a integrarlos en sistemas de agroenergía rural.
Beneficios potenciales
- Uso eficiente del espacio: aprovecha superficies acuáticas infrautilizadas.
- Sinergia agua-energía-alimento: genera energía limpia, reduce evaporación y produce alimentos al mismo tiempo.
- Resiliencia climática: protege a los cultivos de olas de calor y garantiza un suministro más estable.
- Reducción de conflictos de uso de la tierra: evita la competencia entre paneles solares y tierras agrícolas.
Retos y limitaciones
A pesar de las ventajas, esta tecnología enfrenta desafíos:
- Altos costos iniciales de instalación y mantenimiento.
- Riesgos de contaminación del agua si no se gestionan adecuadamente los materiales.
- Impacto potencial en ecosistemas acuáticos locales que aún debe investigarse.
- Necesidad de marcos legales para regular el uso de superficies de agua públicas y privadas.
Una visión de futuro
Los invernaderos solares flotantes podrían convertirse en un pilar de la agricultura integrada con energías renovables. Al unir alimentos, agua y energía en un mismo espacio, representan un paso hacia sistemas de producción más sostenibles. A medida que los costos bajen y las regulaciones se adapten, es probable que estos proyectos pasen de experimentales a comerciales en diversas regiones del mundo.
El desafío es escalar sin comprometer la biodiversidad acuática, equilibrando innovación con conservación ambiental.
Referencias
- Universidad Nacional de Singapur (2024). Floating greenhouse prototype for leafy vegetables.
- Floating Solar NL (2023). Agrovoltaics on water: pilot results with strawberries and tomatoes.
- Universidad Politécnica de Valencia (2024). Invernaderos flotantes como solución agroenergética.
- FAO (2024). Agua, energía y alimentos: innovaciones en sistemas integrados.
