La matanza a gran escala de cerdos no sólo afectará a las empresas, sino que también tendrá repercusiones en la seguridad alimentaria de dos países de la UE.
La semana pasada, el virus afectó a la mayor granja porcina de Estonia, Ekseko, con 28.500 cerdos, lo que provocó el sacrificio de todos ellos. Esta granja representa aproximadamente el 45% de la capacidad porcina de Estonia. El brote se describió como «un duro golpe para toda la industria, que afectó significativamente la autosuficiencia y la seguridad alimentaria del país».
Priit Dreimann, miembro de la junta directiva de Maag Agro, propietaria de Ekseko, declaró a la televisión nacional estonia ERR: «Actualmente estamos hablando del sacrificio de 27.000 cerdos. Un sacrificio a tan gran escala en Ekseko interrumpiría toda la cadena de producción y paralizaría la cría de cerdos en la empresa durante mucho tiempo. Desafortunadamente, se trata de una crisis nacional, la mayor en la historia de la porcicultura estonia».
El último brote de la enfermedad en cerdos domésticos, antes de este caso, se registró el 14 de agosto en la granja Tassi en Viljandimaa, donde se criaban unos 250 cerdos, según informa ERR. En total, se han confirmado más de 54.650 cerdos domésticos infectados en 10 brotes este año, y también se ha diagnosticado PPA en 125 jabalíes.
Esta semana, se registró un brote de la enfermedad en el distrito de Ogre de Letonia en una granja con 20.000 cerdos domésticos propiedad de Baltic Pork SIA.
El Servicio Alimentario y Veterinario de Letonia informa que todos los cerdos de la granja han sido sacrificados y se ha creado una zona de cuarentena.
El riesgo de introducir la enfermedad en los establos es alto, por lo que se insta a los ganaderos a cumplir estrictos requisitos de bioseguridad. Este es el octavo brote de PPA en cerdos domésticos registrado en Letonia este año.
