¿Por qué las plántulas de pimiento se vuelven amarillas? Un breve curso sobre cómo identificar el problema


El amarilleo de las plántulas de pimiento es un problema común al que se enfrentan muchos jardineros. Este fenómeno puede ser causado por una variedad de factores y comprender las razones de su aparición le ayudará a proteger su futura cosecha. En este artículo, veremos las principales razones del amarilleamiento de las plántulas de pimiento y las formas de eliminarlas.


Las plántulas de pimiento se suelen empezar a sembrar temprano, a finales de febrero o principios de marzo, para poder trasplantarlas al jardín a finales de mayo. Este largo proceso permitirá que las plántulas que aman el calor crezcan y se fortalezcan con el cuidado adecuado. Las plantas de pimiento jóvenes generalmente indicarán que estás cometiendo errores durante el cuidado si las hojas se vuelven amarillentas. 

Vale la pena señalar que la recolección también puede provocar el amarilleamiento de las hojas, ya que el procedimiento es estresante para las plantas. Esta es una reacción normal y en la mayoría de los casos las plántulas se recuperan después de un tiempo. Dale tiempo a los pimientos para que se adapten. Proporcionarles condiciones estables y monitorear su condición.

La primera y más común razón por la que las plántulas de pimiento se vuelven amarillas y dejan de crecer se debe simplemente a un riego inadecuado. 

Algunas personas riegan sin medida y sin comprobar la humedad del suelo. Como resultado, las raíces se asfixian en la mezcla de tierra húmeda, las plantas comienzan a marchitarse rápidamente, se vuelven amarillas y su crecimiento se ralentiza. Por lo tanto, es importante asegurarse de que el suelo se seque ligeramente entre riegos. 

El otro extremo es olvidarse de darles agua a tiempo, y esto también provoca que se pongan amarillentos y se caigan. A menudo, si ves una planta de pimiento caída, prueba la humedad del suelo con el dedo. Si el suelo está visiblemente seco, regar regularmente revitalizará la planta con bastante rapidez. Si bien es importante no regar en exceso las plantas de pimiento, debes tener cuidado de no dejar que la tierra permanezca seca durante demasiado tiempo.

¿Por qué las hojas inferiores de las plántulas de pimiento se vuelven amarillas y se caen? En este caso, no hay suficiente nitrógeno. Es probable que la mezcla de tierra en la que plantaste las semillas sea pobre en nutrientes o que el pimiento en crecimiento ya haya agotado todo el nitrógeno. El nitrógeno es un nutriente esencial y uno de los primeros síntomas de la deficiencia de nitrógeno es el amarilleo de las hojas.

El amarilleamiento de las hojas comienza desde la parte inferior de la planta del pimiento y avanza hacia arriba con el tiempo. La razón de esta señal reveladora es que el nitrógeno es un «nutriente móvil», lo que significa que las plantas pueden mover nitrógeno de una parte de la planta a otra.

Cuando una planta de pimiento se queda sin nitrógeno, comienza a trasladar los nutrientes restantes de las hojas más viejas a las nuevas, por lo que las hojas inferiores se vuelven amarillas primero y, a medida que continúa la deficiencia de nitrógeno, se caen. El problema se puede solucionar pulverizando fertilizantes foliares líquidos con nitrógeno sobre las hojas en la mitad de la dosis recomendada.

El magnesio es otro nutriente esencial para tener hojas sanas. Supongamos que las hojas inferiores de las plántulas de pimiento se vuelven amarillas, como en el caso de la deficiencia de nitrógeno. Pero con magnesio, verás que las venas de tus hojas permanecerán verdes y el resto quedarán de color amarillo pálido. De igual forma, para eliminar la deficiencia de nitrógeno, puedes utilizar fertilizantes foliares líquidos con magnesio, pero asegúrate de diluirlo a la mitad para no quemar las plántulas. 

Por último, las corrientes de aire en el alféizar de la ventana también pueden ser las culpables del amarilleamiento de las hojas. El pimiento es una planta que ama el calor, especialmente sus plántulas tiernas, que no toleran ninguna exposición al frío. Si la causa es una corriente de aire y, por tanto, un descenso de la temperatura, el amarilleamiento será un tanto caótico en todas las plántulas y ninguna de las plantas sufrirá más que las demás. Esta es una forma de diferenciar el estrés por frío de la deficiencia de nutrientes.

Vale la pena recordar la regla de que la pimienta prefiere temperaturas de 22 a 28 grados centígrados. Incluso pequeñas fluctuaciones de temperatura por debajo del límite del requerimiento de calor pueden afectar negativamente a su desarrollo. A temperaturas demasiado bajas (por debajo de los 15 grados) las plantas se vuelven cloróticas y se retrasan en su crecimiento, y a temperaturas altas (por encima de los 30 grados) pierden flores y ovarios.