Un importante estudio paneuropeo realizado por la Alianza Europea para la Agricultura Regenerativa (EARA) ha descubierto que los sistemas de agricultura regenerativa, muchos de los cuales se basan completamente en plantas, pueden producir rendimientos similares o superiores a los de la agricultura convencional, al tiempo que reducen significativamente el uso de insumos como fertilizantes sintéticos y pesticidas.
El estudio abarca 78 explotaciones agrícolas en 14 países y más de 7000 hectáreas, y se describe como la mayor evaluación de agricultura regenerativa realizada por agricultores a nivel mundial hasta la fecha. Financiado por EIT Food, el estudio introdujo un nuevo índice de productividad regenerativa (RFP) para medir los resultados en indicadores ambientales, climáticos y económicos.
En promedio, las granjas regenerativas produjeron solo un 1 % menos de calorías y proteínas que las granjas convencionales, pero utilizaron un 62 % menos de fertilizantes nitrogenados sintéticos y un 76 % menos de pesticidas por hectárea. Estas granjas también mostraron un 27 % más de RFP, con mejoras en la cobertura del suelo, la diversidad vegetal, la actividad fotosintética y los efectos refrescantes del verano en los campos.
En Grecia, Sheila Darmos, agricultora fundadora de EARA, afirmó: «El rendimiento económico y ambiental de la granja Southern Lights se basa en el impacto de 40 años de prácticas agroforestales orgánicas y 10 años de prácticas regenerativas, lo que representa claramente una vía económica y ambientalmente sostenible para los agricultores. Con EARA, somos pioneros en el sector al ayudar a cada vez más agricultores a seguir este mismo camino».
Darmos cultiva aceitunas, naranjas, limas y limones con rendimientos un 280 % superiores a la media regional, sin fertilizantes ni pesticidas, y utiliza un 78 % menos de combustible. Sus métodos se basan en la agroforestería sintrópica (es decir, especies vegetales autóctonas), lo que aumenta la biodiversidad y mejora la retención de agua, ofreciendo beneficios de adaptación climática.

Foto: EARA.
A diferencia de los sistemas europeos tradicionales, que importan más del 30 % del pienso para el ganado de fuera de la UE y utilizan una gran cantidad de fertilizantes agroquímicos importados, las explotaciones del estudio lograron su rendimiento sin depender de piensos importados ni aditivos sintéticos. Esto demuestra que los sistemas de base vegetal adaptados a las condiciones locales pueden cumplir los requisitos de productividad y sostenibilidad.
Los hallazgos se producen en un momento en que la Comisión Europea prevé pérdidas agrícolas de 60 000 millones de euros para 2025, que aumentarán a más de 90 000 millones de euros para 2050 debido a la inestabilidad climática, la dependencia de insumos y la vulnerabilidad sistémica. Dado que la UE sigue siendo un importador neto de calorías y proteínas, el informe posiciona los sistemas regenerativos basados en cultivos como una vía hacia una mayor autonomía y sostenibilidad.
El director ejecutivo de EARA, Simon Kremer, autor principal del estudio, afirmó: «Por fin contamos con datos fiables de explotaciones agrícolas reales que demuestran que la agricultura regenerativa no solo funciona, sino que también tiene un sólido argumento comercial. No solo es posible, sino de vital importancia, hacer la transición del sector agroalimentario europeo a prácticas regenerativas tan pronto como las circunstancias lo permitan para garantizar la sostenibilidad rural y la seguridad alimentaria. Gracias al trabajo de nuestros agricultores pioneros, el futuro de la agricultura en Europa es realmente prometedor, y estamos aquí para ayudar a nuestros compañeros agricultores, compartiendo nuestros conocimientos y experiencia para que la transición sea lo más fluida posible».
Fuente y foto: Alianza Europea para la Agricultura Regenerativa (EARA).
