Un equipo de autores de Uganda y el Reino Unido, con experiencia en botánica, agricultura e industria del café, ha publicado un artículo en la revista Nature Plants , donde señala que, debido al cambio climático, los caficultores del mundo podrían verse obligados a encontrar nuevas formas de cultivar este popular grano. En su artículo, el grupo describe tres posibles opciones para los caficultores y su opción preferida.
por Bob Yirka , Phys.org

Los agricultores se encuentran entre quienes probablemente se verán afectados por el cambio climático. En este nuevo estudio, los investigadores analizaron el impacto que el cambio climático ya está teniendo en la producción de café. Observaron que en algunas zonas donde crecen las plantas de café, las temperaturas están cambiando y las precipitaciones se están volviendo menos estables. Esto, además, pone en riesgo la producción de café.
Los investigadores descubrieron que es casi seguro que los caficultores tendrán que adaptar su forma de cultivar sus granos. Sugieren tres opciones principales: mudarse a zonas más adecuadas, modificar el cuidado de sus plantas o cambiar a variedades de café. Los investigadores sugieren que la tercera opción es la más viable.
Actualmente, la mayor parte del mundo consume café elaborado con granos de café arábica o robusta. En los últimos años, la producción de ambos ha disminuido debido a que las sequías han limitado la producción en muchas zonas. Para mantener la producción de café, los investigadores sugieren que los caficultores consideren cambiar a plantas de café de tipo Líberica.
Job Mweru Walubiri [Técnico de café, Kyagalanyi Coffee Ltd.] inspeccionando el secado de café excelsa en la finca de Nsobya Yusuf (Uganda). Crédito: Aaron Davis
Frutos verdes de café Liberica tradicional de frutos grandes. Crédito: Aaron Davis
Señalan que la variedad se ha probado en varios sitios y se ha comprobado su mayor capacidad para soportar condiciones climáticas más variables. También señalan que los granos permanecen en las plantas después de madurar, lo que facilita la cosecha.
Los investigadores reconocen que el cambio tiene sus inconvenientes: por ejemplo, los granos tienen una piel más dura, lo que dificulta su procesamiento. Además, pueden empezar a fermentar si no se cosechan en cuanto maduran, lo que perjudica el sabor del café . Sin embargo, los investigadores concluyen que el cambio vale la pena, ya que, en los próximos años, los agricultores podrían verse imposibilitados de producir suficientes granos de arábica para satisfacer la demanda.
Más información: Aaron P. Davis et al., El resurgimiento del café Liberica como cultivo principal, Nature Plants (2022). DOI: 10.1038/s41477-022-01309-5
