Los síntomas de ascitis en pollos, o hidropesía, se presentan principalmente en quienes crían pollos de engorde en condiciones inadecuadas y con una alimentación inadecuada. Además, las condiciones previas para la hidropesía en pollos pueden ser las infracciones en el mantenimiento de los pollos recién nacidos: estrés por frío en la granja avícola o en la de origen, y otros factores. En este artículo, le explicaremos por qué se presenta la hidropesía en pollos y el papel de las semillas de lino en su prevención.
La ascitis en pollos se observa con mayor frecuencia en sistemas de pollos de engorde comerciales de rápido crecimiento y no debería ser un problema en la industria avícola doméstica. Este síndrome de ascitis en pollos de engorde es una cascada de eventos que provoca anomalías cardíacas, como un corazón flácido y agrandado, e hipertrofia ventricular derecha, lo que provoca la acumulación de líquido en la cavidad abdominal.
Aunque la enfermedad no se entiende completamente, se cree que la insuficiencia cardíaca es una consecuencia del bajo nivel de oxígeno en los gallineros y en las aves que sufren de deficiencia de oxígeno.
La mala ventilación es un factor importante. La hipertensión pulmonar es responsable de la mayoría de los casos de ascitis en pollos de engorde comerciales. Además de la falta de oxígeno, el estrés por frío en los pollitos puede ser un factor contribuyente. Es necesario controlar la temperatura ambiente, la humedad y la circulación del aire en la criadora para evitar una pérdida excesiva de calor corporal, especialmente al inicio del período neonatal. Incluso la exposición breve al frío durante las primeras semanas de vida predispone a las gallinas a la hidropesía.
El primer signo de hidropesía en los pollos será la presencia de líquido en la cavidad abdominal: en las aves afectadas, el abdomen está muy hinchado y se vuelve rojo.
El crecimiento rápido es un factor predisponente conocido, y en ocasiones los pollos de engorde más grandes se ven afectados, siendo los machos con mayor frecuencia que las hembras. La ascitis aumenta la frecuencia respiratoria y reduce la tolerancia al ejercicio. Los pollos de engorde afectados suelen morir de espaldas. Sin embargo, no todos los pollos de engorde que mueren por hidropesía presentan síntomas evidentes. La muerte puede ocurrir repentinamente, antes de que aparezcan los signos clínicos.
Al abrir el ave, se puede observar un hígado inflamado: puede ser firme con bordes dentados debido al edema, presentar coágulos de proteínas adheridos a la superficie, ser nodular, arrugado o incluso blanco. Se puede observar agrandamiento del ventrículo derecho e hipertrofia de leve a marcada de la pared ventricular derecha. En la mayoría de los casos, la aurícula derecha y la vena cava inferior están marcadamente dilatadas. En ocasiones, se observa adelgazamiento del ventrículo izquierdo. Los pulmones están extremadamente congestionados y edematosos.
El manejo juega un papel fundamental en la prevención del desarrollo de hidropesía en las gallinas, siendo cualquier factor que pueda estresar y forzar el corazón del pollo de engorde un posible factor contribuyente. Por ejemplo, las bajas temperaturas combinadas con dietas hipercalóricas pueden causar la muerte por ascitis, debido a la insuficiente capacidad de los vasos sanguíneos pulmonares para transportar el flujo sanguíneo necesario para satisfacer la alta demanda metabólica de oxígeno.
Comprar pollos de una fuente confiable, elegir el alimento adecuado, unas condiciones de vida cómodas y una atención veterinaria apropiada son las claves para reducir el riesgo de hidropesía en los pollos.
En pollos de engorde, la colangiohepatitis obstructiva (causada por la infección por Clostridium perfringens ) es la causa más común de daño hepático, que produce ascitis. En patos, la amiloidosis hepática también puede causar ascitis.
La hidropesía en pollos suele deberse a la rigidez de los glóbulos rojos causada por la intoxicación por sodio (sal). El nivel de sodio en el alimento no debe superar el 0,2 %, y se debe prestar especial atención cuando el sodio esté presente en altas concentraciones en el agua. No se debe administrar agua con un nivel de sodio superior al 0,1 % a las aves jóvenes.
Aunque no se pueden tratar eficazmente las aves afectadas individualmente, el aceite de linaza puede ser un método eficaz para reducir la ascitis y la hipertensión pulmonar en una parvada sin afectar el rendimiento.
La suplementación dietética con aceite de linaza, rico en ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6, puede retardar el desarrollo de ascitis gracias a la liberación de compuestos antiinflamatorios. Se recomienda incluir un 4 % de linaza en la dieta de pollos de engorde de rápido crecimiento si existe riesgo de ascitis.
Si se observa ascitis, es necesario cambiar el manejo del rebaño (por ejemplo, mejorar la ventilación para reducir la humedad y, por lo tanto, la carga sobre el corazón).
Evite darles a sus gallinas agua con alto contenido de sal. Evite también los piensos con alto contenido de sal y aliméntelas según su edad.
