Desenterrar rábano picante no es solo meter una pala y arrancar. Es todo un arte que requiere paciencia. Si lo haces mal, acabarás con un tocón de raíz, y el año siguiente el rábano picante empezará a multiplicarse tan activamente a partir de los restos en la tierra que podrá llegar a los vecinos. Además, cuanto más rábano picante desentierres, más jugosas y jugosas serán las preparaciones que podrás preparar para el invierno.
¿Sabías que las raíces más jugosas, tiernas y aromáticas son las del segundo año de vida? La raíz joven aún no ha adquirido fuerza, y la vieja (de tres años o más) se vuelve rígida, dura y demasiado vigorosa. Nuestro objetivo es encontrar el punto medio.
La época ideal para la cosecha: finales de septiembre – octubre. La principal señal es que las hojas han empezado a amarillear y marchitarse. La planta se está preparando para el invierno y ha extraído toda su savia a la raíz. ¡Nos la llevaremos!
¡Olvídate de una pala común! Corta las raíces, dejando los trozos más deliciosos en la tierra, de los cuales crecerá una nueva plantación el año que viene. ¡Nuestro principal aliado es una horca! Y cuanto más estrechos sean sus dientes, mejor. Aflojarán la tierra y recogerán la raíz sin dañarla. Esto garantiza el 90% del éxito. También necesitarás guantes resistentes. El rábano picante es una planta con carácter, sus hojas son ásperas y puedes lastimarte. Necesitarás una pala estrecha o una «cuchara de plantación» para la delicada tarea de desenterrar ejemplares especialmente valiosos. Tijeras de podar. Las usaremos para cortar las hojas antes de excavar. Prepárate para la victoria. En serio. Sin la herramienta adecuada, puedes rendirte a medias.
Tomamos las tijeras de podar y cortamos todo el follaje, dejando tocones de 5 a 10 cm. Así, veremos inmediatamente dónde están sentados los clientes y las hojas no interferirán con el trabajo.
Un error típico es clavar una pala de bayoneta en el centro del arbusto con todas tus fuerzas. El resultado: la raíz principal se corta en pedazos, la mayor parte permanece en la tierra. Cada pedazo restante, de apenas un dedo de grosor y 2-3 cm de largo, es material de siembra listo para el próximo año. El rábano picante tiene una vitalidad fenomenal. ¡Horquillas, horquillas y más horquillas! No cortan, aflojan y hacen palanca.
Pero aquí también es necesario calcular. Si se clava una horca justo en la base del follaje, existe un alto riesgo de dañar precisamente la parte de la raíz que queremos preservar: la ancha y maciza cabeza basal.
Empieza a cavar alrededor del perímetro, retrocediendo 20-30 centímetros desde el centro con las hojas. Excava con cuidado la tierra con una horca, aflojándola. Cuando hayas cavado alrededor del arbusto en círculo, empieza a levantarlo con la horca desde abajo, como si intentaras levantarlo. Hazlo despacio y con tacto. ¿Sentiste resistencia? ¡No tires! Esto significa que la raíz pivotante principal está en algún lugar. Excava un poco más con una pala y sepárala de la tierra con las manos.
Ahora que la raíz principal es visible, toma el tocón restante y empieza a tirar de él lentamente, con un movimiento de balanceo, hacia arriba. Si lo haces correctamente, extraerás del suelo una hermosa raíz larga y ramificada.
Examine cuidadosamente el agujero. ¿Quedan restos? Todos los restos blancos de más de 2-3 cm son malas hierbas. Después de extraer la raíz principal, con cuidado, tamizando la tierra con las manos, seleccione todos los restos blancos y raíces de más de 1-2 cm. Este es un paso tedioso, pero importante.
Sacude la tierra, lava las raíces con un cepillo bajo el chorro de agua y… ¡listo! El rábano picante está listo para preparar un condimento picante, encurtir o guardar. Las raíces más suaves y bonitas se pueden guardar en el sótano, espolvoreadas con arena, como las zanahorias. Durarán hasta la primavera. O puedes limpiarlas, rallarlas y congelarlas en cubos. ¡Muy práctico! Ahora ya sabes cómo no declararle la guerra al rábano picante, sino negociar la paz con él y salir victorioso con un montón de trofeos.
Por cierto, no se deben tirar las hojas directamente en el bancal, sobre el humus. Las hojas se marchitan durante unos días y luego la lluvia las aplasta contra el suelo. ¿Parece una tontería? ¡Pero no! Los peciolos de las hojas de rábano picante son muy jugosos y vigorosos. En ciertas circunstancias, pueden enraizar y dar vida a una nueva planta. Esto, por supuesto, no es tan malo como los trozos de raíz, pero también es desagradable. Todas las hojas, especialmente las que tienen peciolos gruesos, deben enviarse inmediatamente a la pila de compost (donde seguramente se pudrirán) o a un cubo para retirarlas del lugar.
