En un desarrollo alentador para la ciencia del suelo y para la producción agrícola a gran escala, un estudio reciente muestra que la fuerte acidificación que afectaba a los campos cultivables en China ha dejado de avanzar.
Redacción Mundo Agropecuario
Sin embargo, esta parada no significa que la regeneración del pH del suelo haya empezado vigorosamente: la recuperación es muy lenta y desigual, lo que plantea retos prácticos para la gestión agronómica a futuro.
¿Qué ha cambiado en los suelos agrícolas chinos?
Durante décadas, los suelos de cultivo en China presentaron un fenómeno ascendente de acidificación, impulsado por el uso intenso de fertilizantes nitrogenados, la deposición de óxidos de nitrógeno desde la industria y cambios en la cobertura de suelo. Según el análisis, entre 1985 y 2013 se registró una caída acumulada de aproximadamente 0,25 unidades de pH en la capa arable.
El punto de inflexión llegó alrededor de 2013, tras reformas en políticas agrícolas que promovieron una aplicación más racional del nitrógeno y otras prácticas mejoradas de fertilización. A partir de ese año, el estudio indica que la tendencia general de acidificación se frenó.

¿Y qué tan bien han recuperado los suelos?
La buena noticia es que los datos muestran que el “también-malo” básicamente ha dejado de empeorar. Pero la parte menos alentadora es que la recuperación del pH hacia niveles neutrales o saludables avanza de forma muy lenta, especialmente en las tierras de secano (no inundadas). En cambio, los arrozales de inundación (paddy fields) muestran cierta mejoría, lo que sugiere que el contexto hidrológico-agrícola favorece la recuperación.
El modelo predictivo utilizado por los autores estima que, incluso si se reduce aún más el uso de fertilizantes nitrogenados, la vuelta al pH promedio de los años ochenta (antes de la fuerte acidificación) podría no alcanzarse antes de 2040. Y esta proyección empeora si hablamos de suelos de secano con poca capacidad tampón.
¿Por qué importa para los productores agrícolas?
Aunque este estudio se centra en China, las implicaciones para el sector agrícola mundial son claras:
- El pH del suelo es un indicador clave de salud de suelos, influye en disponibilidad de nutrientes, actividad microbiana y rendimiento de cultivos. Un suelo muy ácido puede comprometer el crecimiento vegetal, la respuesta a fertilizantes y la rentabilidad.
- Que la acidificación se haya detenido sugiere que las políticas de fertilización, junto con mejores prácticas agronómicas, pueden marcar un cambio concreto en escala nacional. Esto incentiva a los productores a prestar atención al manejo del fertilizante y a la monitorización del suelo.
- Pero el hecho de que la recuperación sea lenta significa que los productores no deben asumir que basta detener el “daño” para revertirlo. La restauración del suelo requiere tiempo, inversión y un enfoque integral.
Lecciones de manejo agronómico para otros contextos
Para quienes gestionan cultivos, estas conclusiones ofrecen varios lineamientos prácticos:
- Monitorizar regularmente el pH del suelo y otros indicadores de salud del suelo. Cuando se detecta acidificación, actuar temprano con estrategias correctivas.
- Mejorar la eficiencia del uso de fertilizantes, especialmente del nitrógeno: dosis ajustadas al cultivo, tipo de fertilizante adecuado, buena inserción en el suelo, evitar excesos.
- Considerar enmiendas y prácticas de mantenimiento del suelo: utilización de cal agrícola cuando corresponda, incorporación de materia orgánica para aumentar la capacidad tampón del suelo, rotación de cultivos, manejo de agua que favorezca condiciones menos ácidas.
- Diferenciar estrategias según tipo de suelo y sistema: los suelos de secano (sin inundación) requieren atención más intensiva para revertir la acidificación dado que su capacidad de recuperación natural es menor.
- Invertir en ciencia, tecnología y asociaciones: el estudio chino combinó miles de encuestas de suelos con aprendizaje automático. Los productores y las instituciones agrarias pueden apoyarse en datos y modelos para planificar sus prácticas de manejo.
¿Qué desafíos siguen presentes?
El estudio apunta a varios desafíos que deben tomarse en cuenta para que la estabilización no se convierta en mera pausa sin progreso:
- La “capacidad tampón” del suelo (es decir, la capacidad para resistir cambios de pH) es limitada y varía según minerales, materia orgánica y climas. Si el suelo ya se ha acidificado mucho, revertirlo es más difícil.
- Uno de los mayores problemas es que detener la acidificación no equivale automáticamente a restablecer niveles ideales: la recuperación requiere un proceso activo y puede tardar décadas.
- Los factores externos, como emisiones industriales, cambios en el uso del suelo o condiciones climáticas, pueden seguir incidiendo en la salud del suelo, por lo que la gestión agrícola debe mantener una visión de largo plazo.
- En sistemas agrícolas menos intensivos o con menores recursos, adoptar prácticas de restauración puede significar inversión adicional sin retorno inmediato, lo que exige políticas de apoyo o incentivos.
Para la agricultura del siglo XXI, este hallazgo representa una señal de esperanza y a la vez un recordatorio de que el suelo no se trata sólo de producir hoy, sino de mantener su salud para mañana. En el caso de China, detener la acidificación en la práctica es un logro relevante, pero la verdadera tarea está en asegurar que los suelos vuelvan a ser plenamente fértiles, resistentes y saludables. La vía es clara: eficiencia en uso de fertilizantes, diversificación de prácticas agronómicas, inversión en monitoreo y políticas de apoyo al productor.
Para los productores —en China o en otros países— la pregunta ya no es si gestionar el pH o dejarlo pasar, sino cómo y cuándo intervenir para asegurar que el suelo mantenga su capacidad productiva en el largo plazo. Y como bien indica el estudio, esperar una reversión rápida puede generar frustración: más vale programar una estrategia realista de mejora continua. En ese sentido, la agricultura sostenible sigue siendo una carrera de fondo, no un sprint.
Referencias
https://phys.org/news/2025-10-china-cropland-acidification-ceased-recovery.html
https://doi.org/10.1038/s41561-025-01813-1
