El país ya cuenta con una granja de trigo totalmente autónoma, y los arrozales autónomos están en desarrollo. El conglomerado agrícola chino líder, Beidahuang Group, está dotando a los campos autónomos de tecnología de vanguardia.
China ya ha introducido tecnologías futuras para dos cultivos importantes: arroz y trigo, informa la agencia de noticias china Xinhua.
El arrozal altamente autónomo se encuentra en la provincia nororiental de Heilongjiang y abarca unas 12.667 hectáreas. Está equipado con sistemas avanzados para la interacción de drones agrícolas con inteligencia artificial y sistemas de riego. Esta red se conectó a más de 500 dispositivos del Internet de las Cosas (IoT), lo que redujo considerablemente los costos de mano de obra y ahorró recursos, incluyendo el agua.
La granja de trigo de 233 hectáreas fue diseñada por científicos de la Universidad Agrícola de Henan y ha alcanzado un hito histórico para el país: operaciones 100 % autónomas, desde la labranza hasta la siembra y desde la gestión de los cultivos hasta la cosecha. En lugar de diez personas, el mismo trabajo lo realiza un solo operador con un teléfono inteligente.
En la aldea de Zhangzhuangli, en la provincia china de Henan, un paisaje agrícola tradicional está siendo transformado por una revolución tecnológica. En lugar de agricultores que trabajan en los campos, los cultivos son monitoreados por drones equipados con inteligencia artificial (IA), y equipos agrícolas autónomos labran los campos con precisión quirúrgica. Esto no es ciencia ficción, sino la realidad de la primera granja de rotación trigo/maíz totalmente autónoma de China, un proyecto que ya ha resultado en un aumento del 20% en la producción de trigo en comparación con los campos tradicionales cercanos. El sistema combina una flota de máquinas autónomas coordinadas por satélites desarrollados por la empresa china BeiDou. En la sala de control, pantallas gigantes muestran datos en tiempo real sobre la humedad del suelo, la densidad de plantas y la situación fitosanitaria en línea, creando un «gemelo digital» del campo.
Además del aumento de la productividad, la automatización también ha generado importantes beneficios operativos. Los administradores de fincas informan que el tiempo de cosecha se ha reducido de siete a cuatro días. Los costos de mano de obra para riego y fertilización se han reducido en un 80%, y los costos laborales generales se han reducido en un 40%.
Los expertos dicen que la agricultura de precisión es el futuro de la agricultura, señalando que los drones recopilan datos de los campos cada 30 minutos, lo que les permite predecir patrones de crecimiento y necesidades de riego específicas.
Los científicos destacan que el sistema de fertilización también se ha optimizado: se aplica un 20 % menos de fertilizante al suelo, lo que aumenta la eficiencia de absorción de nutrientes en un 30 %. Además, se ha instalado un sistema de riego inteligente que divide los campos en seis zonas, regando cada una según las necesidades específicas de los cultivos.
Según Wang Qiang, director del programa de desarrollo científico y tecnológico del sitio de Qingfeng y profesor asociado de la Universidad Agrícola de Henan, «esta granja es un modelo replicable para la modernización agrícola en China», y destacó que el siguiente paso es «mejorar las tecnologías autónomas en todo el proceso, reducir costos y mejorar la eficiencia».
Fuente: Xinhua.
