Sembrar cultivos con servicios agroeconómicos, es decir, con beneficios para el ecosistema global en las prácticas de cultivo es una estrategia eficiente para mejorar la sostenibilidad ambiental.
por la Universidad de Barcelona
Ahora, un estudio internacional revela que los usos de la técnica denominada roldana de rodillos —que crea una capa de residuos vegetales en la superficie del cultivo sin perturbar el suelo— contribuye a mejorar el rendimiento de los cultivos agroecológicos, reduce el impacto ambiental y protege la biodiversidad en el entorno.
El artículo, publicado en Journal of Applied Ecology , está coordinado por el profesor Francesc Xavier Sans, jefe del Grupo de Investigación de Ecología de Sistemas Agrarios, miembro de la Facultad de Biología y director del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona. Este estudio multidisciplinar analiza por primera vez el impacto agronómico, ecológico y ambiental de la introducción de innovaciones tecnológicas en la gestión de los sistemas de cultivos ecológicos europeos, con el fin de hacer frente a los retos ambientales y agronómicos de las actividades agrícolas y ofrecer soluciones innovadoras a los sector agrícola, así como a los administradores y los encargados de formular políticas.
El estudio, cuyo primer autor es el experto David Navarro-Miró (UB-IRBio), repasa los resultados obtenidos por quince grupos de investigación en once experimentos realizados en sistemas de cultivos ecológicos en el marco del proyecto SoilVeg, financiado por la EU ERA-Net Programa CORE Organic Plus. Entre los colaboradores de este estudio de metaanálisis se encuentra el profesor José Manuel Blanco-Moreno (UB-IRBio), que participó en la gestión de la base de datos y el análisis estadístico.
La agricultura ecológica en el contexto europeo
El actual modelo agroalimentario se basa en la producción agrícola y ganadera intensiva para dar respuesta a la creciente demanda de la población mundial. Este modelo de explotación de recursos ha degradado progresivamente el medio natural, lo que ha provocado la pérdida de biodiversidad, el deterioro del hábitat, la erosión del suelo y la contaminación por fertilizantes y agroquímicos en ríos y aguas subterráneas.
Para hacer frente a este problema global, la Comisión Europea puso en marcha la estrategia de Biodiversidad para 2030, el Pacto Verde Europeo y la estrategia de Bioeconomía, un modelo basado en el uso de recursos biológicos renovables. Esta estrategia pone énfasis en la urgente necesidad de implementar acciones y estrategias basadas en la naturaleza y los servicios ecosistémicos para responder al desafío de desarrollar modelos productivos sostenibles.
“El aumento gradual de la superficie agrícola manejada según los principios de la agricultura ecológica es una estrategia que apunta a mejorar la calidad de los suelos y reducir el impacto ambiental de la producción agrícola. Sin embargo, el creciente mercado orgánico ha creado un nuevo nicho rentable, que atrae la atención de los actores que siguen el actual modelo agroalimentario convencional”, apunta Francesc Xavier Sans, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.
“La estandarización de los sistemas agrícolas ecológicos , que se basa en el uso intensivo de energía, alta perturbación del suelo y la aplicación de productos externos en las fincas para la fertilización y protección de los cultivos, ha llevado a la intensificación y especialización de la producción ecológica. Por ello, varios estudios han cuestionado sus beneficios ambientales y su viabilidad agronómica”.
Desafíos agronómicos y ambientales en la agricultura ecológica
Los cultivos hortícolas son aquellos que requieren un mayor consumo de energía, agroquímicos y necesidades de riego para garantizar su rendimiento económico. Este modelo de gestión excesivamente intensivo ha provocado diversos problemas ambientales por el elevado uso de recursos no renovables y la lixiviación de nutrientes, así como efectos nocivos para la salud por la presencia de restos de plaguicidas.
El estudio, del Grupo de Investigación de Ecología de Sistemas Agrícolas, analiza los beneficios de la aplicación de la técnica del rizador de rodillos en la agricultura ecológica, que crea una gruesa capa de residuos vegetales (mulch) conectada al suelo a través de las raíces.
«En comparación con otras estrategias, por ejemplo, el uso de abonos verdes, la crimpadora de rodillos contribuye a mejorar el manejo de cultivos, menor abundancia de malezas, reducción del impacto ambiental, aumento de energía potencialmente reciclable y conservación de la biodiversidad, mayor densidad de actividad de taxones beneficiosos para regular plagas, como los carábidos y los estafilínidos», dice David Navarro-Miró, miembro del mencionado grupo de investigación.
Es fundamental rediseñar los sistemas de horticultura ecológica y evaluar su sustentabilidad considerando los indicadores agronómicos, ambientales y ecológicos simultáneamente, como señalan los autores. Esta sería la única forma de mejorar su funcionamiento y reducir sus impactos ambientales y sociales.
“Por ejemplo, la dependencia de la labranza para el manejo de la maleza, principal factor que limita la producción en los sistemas de horticultura ecológica, afecta negativamente la sustentabilidad de los cultivos. La labranza tiene un alto consumo de combustible, favorece la degradación de la materia orgánica y tiene un impacto negativo directo sobre los organismos del suelo que puede tener consecuencias en el control biológico de plagas y enfermedades. Sin embargo, la adopción de un manejo menos intensivo del suelo puede reducir el rendimiento y la calidad de los cultivos comerciales ”, señala José Manuel Blanco-Moreno.
Impulsar cambios en la gestión de los sistemas agrícolas europeos
Traer nuevas prácticas agrícolas es un factor decisivo en este proceso de rediseño de los sistemas agrícolas. Por lo tanto, para facilitar la toma de decisiones, el sector agrícola necesita tener un buen conocimiento científico sobre las implicaciones agroeconómicas, ecológicas y ambientales. En este contexto, el estudio de investigación multidisciplinar coordinado a nivel europeo es el primer paso para promover cambios en la gestión de los sistemas agrícolas.
En este escenario de creación de nuevo conocimiento, “hay espacio para mejorar la eficiencia de la estrategia de la engarzadora de rodillos desde la perspectiva agroeconómica y ambiental, además de brindar una mayor aceptación de esta técnica desde el sector agrícola ”, concluye el equipo de la Investigación. Grupo de Ecología de Sistemas Agrícolas.
Más información: David Navarro‐Miró et al, La evaluación concurrente de variables agronómicas, ecológicas y ambientales permite una mejor elección del manejo de la terminación de cultivos del servicio agroecológico,
Journal of Applied Ecology (2022).