El regreso de los cultivos olvidados: alternativas resilientes para la seguridad alimentaria


En un mundo cada vez más presionado por el cambio climático, la degradación del suelo y la volatilidad de los mercados agrícolas, los llamados cultivos olvidados —como el amaranto, el sorgo, el mijo y la quínoa— están resurgiendo como una alternativa estratégica para la seguridad alimentaria.


Redacción Mundo Agropecuario

Estos granos, muchos de ellos considerados “menores” por la agricultura industrial, poseen una riqueza nutricional destacada y una capacidad de adaptación que los convierte en aliados frente a escenarios agroclimáticos inciertos.

¿Qué son los cultivos olvidados? 🌱

Los cultivos olvidados son especies que han formado parte de las dietas tradicionales de distintas comunidades durante siglos, pero que fueron desplazadas por la expansión global de monocultivos dominantes como el trigo, el arroz y el maíz. Pese a su relego, poseen características únicas que hoy los vuelven relevantes:

  • Alta tolerancia a la sequía y suelos pobres.
  • Valor nutricional superior en proteínas, fibra, vitaminas y minerales.
  • Importancia cultural y gastronómica en regiones rurales.

Ejemplos destacados:

  • Amaranto: rico en proteínas de alta calidad, con un perfil de aminoácidos comparable al de la leche.
  • Mijo: base alimentaria en África y Asia, altamente tolerante a la aridez.
  • Sorgo: resistente a suelos salinos y condiciones de calor extremo.
  • Quínoa: un pseudo-cereal andino con excelente balance nutricional y adaptabilidad altitudinal.
mijo

El contexto climático y la resiliencia agroalimentaria ☀️🌾

Con temperaturas en aumento y patrones de lluvias más erráticos, la agricultura mundial enfrenta retos de producción sostenida. Los cultivos olvidados ofrecen soluciones porque:

  • Requieren menos agua que el arroz o el trigo.
  • Mantienen rendimientos estables en condiciones adversas.
  • Contribuyen a diversificar la dieta y disminuir la dependencia de pocos cultivos.

De hecho, organismos internacionales como la FAO y el CGIAR impulsan programas de rescate de estos granos, subrayando que la diversificación agrícola es esencial para reducir riesgos.

Impacto nutricional y de salud 🥣

El resurgimiento de los cultivos olvidados no solo responde a factores ambientales, sino también a la búsqueda de alimentos más nutritivos:

  • El amaranto aporta hierro, calcio y magnesio, esenciales para combatir la anemia.
  • El sorgo es libre de gluten, lo que lo convierte en una opción adecuada para personas con celiaquía.
  • La quínoa es considerada un superalimento por su equilibrio entre proteínas, grasas saludables y fibra.
  • El mijo tiene un índice glucémico bajo, recomendado en dietas para controlar la diabetes.

Dinámicas de mercado y oportunidades rurales 📈

El mercado internacional ha mostrado un creciente interés por estos granos. La quínoa, por ejemplo, pasó de ser un alimento local en los Andes a tener demanda en mercados de Europa, Norteamérica y Asia. Esta tendencia abre oportunidades para pequeños agricultores, quienes pueden acceder a nichos de comercio justo, agroecología y exportación.
Sin embargo, el reto está en garantizar que el auge comercial no genere monocultivos intensivos que contradigan la filosofía de diversidad y resiliencia que caracteriza a estas especies.

Cultivos olvidados y soberanía alimentaria 🌍

La promoción de estos granos también se relaciona con la defensa de la soberanía alimentaria, ya que rescatar semillas nativas fortalece la identidad cultural y la autonomía de las comunidades rurales. Programas de bancos comunitarios de semillas en África, Asia y América Latina están apostando por recuperar variedades locales que habían caído en desuso.

El regreso de los cultivos olvidados no es solo una tendencia, sino una necesidad estratégica. Recuperar, valorar y expandir su cultivo permite enfrentar los retos climáticos, fortalecer la nutrición y dar a los agricultores alternativas más justas y sostenibles. Más allá de su exotismo en mercados gourmet, son la base de una agricultura diversificada y resiliente, que mira hacia el futuro sin olvidar sus raíces.


Fuentes / Referencias consultadas

  • FAO. (2021). Future Smart Food: Rediscovering hidden treasures of neglected and underutilized species for Zero Hunger in Asia.
  • CGIAR. (2022). Harnessing neglected and underutilized species for climate-resilient agriculture.
  • National Research Council. (2016). Lost Crops of Africa. National Academies Press.
  • Gómez-Pando, L. R., & Mujica, A. (2020). La quínoa en la seguridad alimentaria mundial. Universidad Nacional Agraria La Molina.
  • Morales, R. (2023). Sistemas agroalimentarios alternativos en América Latina. Revista de Estudios Rurales.


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