Cultivos que “sudan” sal: el asombroso mundo de las plantas halófitas


En un planeta donde la salinización del suelo avanza a pasos agigantados debido al riego inadecuado, el cambio climático y el aumento del nivel del mar, las plantas halófitas emergen como verdaderas heroínas botánicas.


Redacción Mundo Agropecuario.

Estas especies han evolucionado para sobrevivir —e incluso prosperar— en condiciones donde la mayoría de las plantas se marchitarían.

Pero, ¿cómo lo hacen? ¿Y qué papel podrían jugar en la agricultura del futuro?

¿Qué son las plantas halófitas?

Las halófitas son plantas capaces de vivir en suelos con altas concentraciones de sal, como marismas, zonas costeras, desiertos salinos y manglares. A diferencia de las plantas normales (llamadas glucófitas), las halófitas han desarrollado mecanismos fisiológicos y morfológicos que les permiten no solo tolerar la sal, sino también eliminarla.

¿Cómo “sudan” sal?

Algunas halófitas, como la Atriplex o la Salicornia, poseen glándulas especiales en sus hojas que excretan sal. Este proceso, conocido como excreción salina, es literalmente una forma de “sudor” vegetal. Al liberar cristales de sal en la superficie de las hojas, estas plantas evitan la acumulación tóxica de sodio en sus tejidos internos.

Este mecanismo también puede observarse a simple vista: al tocar sus hojas, es posible notar una capa de cristales salinos, especialmente en días soleados.

La imagen presenta una planta de Atriplex, otra halófita destacada, creciendo en un ecosistema costero, subrayando su resistencia y belleza en ambientes salinos.

Mecanismos de adaptación

Las halófitas utilizan tres estrategias principales para sobrevivir:

  1. Exclusión de sal: filtran la sal en las raíces antes de que ingrese al sistema vascular.
  2. Excreción de sal: como ya vimos, expulsan la sal a través de glándulas foliares.
  3. Acumulación controlada: almacenan la sal en vacuolas dentro de sus células, evitando daños a los órganos vitales.

Estas adaptaciones las convierten en excelentes candidatas para cultivos en tierras marginales.

Aplicaciones agrícolas y ecológicas

  • Agricultura en suelos salinos: especies como Salicornia bigelovii y Suaeda maritima pueden cultivarse en zonas costeras usando agua salobre o incluso marina. Algunas son comestibles y nutritivas.
  • Biorremediación: las halófitas pueden “limpiar” suelos contaminados con sal o metales pesados.
  • Biocombustibles y forrajes: algunas especies producen aceites aprovechables para biodiésel o como alimento para ganado en zonas áridas.

¿El futuro es halófito?

En un mundo que enfrenta crisis hídricas y degradación del suelo, el cultivo de halófitas puede representar una revolución. Lejos de ser simples rarezas botánicas, estas plantas podrían alimentar comunidades costeras, generar empleos verdes y restaurar ecosistemas.

Las plantas halófitas nos enseñan que incluso en las condiciones más hostiles, la vida puede encontrar un camino. Comprender y aprovechar su fisiología no solo amplía nuestro conocimiento del mundo vegetal, sino que también puede ayudarnos a construir una agricultura más resiliente y sostenible.


REFERENCIAS

  1. Flowers, T. J., & Colmer, T. D. (2008). «Salinity tolerance in halophytes.» New Phytologist, 179(4), 945–963.
  2. Ventura, Y., & Sagi, M. (2013). «Halophyte crop cultivation: the case for Salicornia and Sarcocornia.» Environmental and Experimental Botany, 92, 144-153.
  3. Rozema, J., & Flowers, T. (2008). «Crops for a salinized world.» Science, 322(5907), 1478-1480.
  4. Glenn, E. P., et al. (1999). «Salicornia bigelovii Torr.: an oilseed halophyte for seawater irrigation.» Science, 285(5431), 1253-1255.