El cultivo continuo (monocultivo) es la práctica agrícola predominante y conduce a la degradación del suelo, la pérdida de nutrientes y un aumento de las enfermedades transmitidas por el suelo, como lo demuestran las patatas y la sarna.
Las patatas, cultivadas principalmente en monocultivo, suelen verse afectadas por la sarna común, causada por diversas especies patógenas de Streptomyces. Streptomyces spp patógenos . producen fitotoxinas, taxominas, que provocan la formación de lesiones oscuras y costrosas en los tubérculos de papa, lo que afecta significativamente la calidad y el valor económico del cultivo.
Dado que el ensamblaje de las comunidades microbianas del suelo y los cambios en los patógenos a lo largo de años de cultivo continuo siguen sin estar claros, un equipo de investigadores de la Academia de Ciencias Agrícolas de Heilongjiang y sus colegas publicaron un informe en la revista Applied Soil Ecology sobre cómo se puede romper el ciclo de la costra. .
El presente estudio se centró en la estructura de la comunidad microbiana del suelo en la geocaulosfera de la papa y la sarna común de la papa causada por Streptomyces spp patógenos.
Los científicos llevaron a cabo un experimento en macetas utilizando cinco suelos de cultivo continuo de papa diferentes y cinco suelos de cultivo alternativos (rotación de papa y monocultivo sin papa).
“Utilizamos qPCR para detectar el gen patógeno asociado con CS y secuenciación de alto rendimiento para evaluar la composición de la comunidad microbiana. Los resultados mostraron que la estructura de la comunidad microbiana en la geocaulosfera depende principalmente de la historia del cultivo. En este estudio, demostramos que la incidencia de la sarna común, el número de copias de genes patógenos y la abundancia relativa de patógenos aumentaron significativamente con el número de años de cultivo continuo de papa. Esta observación se puede explicar por el efecto acumulativo del patógeno y del gen patógeno a lo largo de años de cultivo continuo de patatas, lo que en última instancia conduce a un aumento de la incidencia de sarna”, subrayan los autores.
Explican que el monocultivo de papa altera drásticamente los procesos de ensamblaje microbiano del suelo, lo que da como resultado una comunidad microbiana menos diversa y más homogeneizada. Esta reducción de la diversidad debilita los mecanismos naturales de supresión de enfermedades del suelo, haciéndolo más susceptible a invasiones patógenas.
El predominio de Streptomyces patógenos en tales entornos pone de relieve el delicado equilibrio de los ecosistemas del suelo y cómo las prácticas agrícolas pueden alterar este equilibrio y provocar resultados adversos.
Se alienta a los agricultores a evaluar sus sistemas actuales de papa y considerar la integración de la rotación de cultivos, enmiendas orgánicas y cultivos de cobertura en sus prácticas.
Es necesaria la colaboración con agrónomos para desarrollar planes individuales de manejo del suelo, ya que hoy en día el establecimiento de rotaciones de cultivos de papa aún está en proceso de investigación. Por ejemplo, las rotaciones con canola redujeron consistentemente la gravedad de la sarna, pero las rotaciones con cebada, judías verdes, maíz dulce y soja no.