El estiércol: el fertilizante olvidado que la tierra ama


Un recurso milenario que regresa para nutrir suelos y alimentar el futuro


Redacción M.A.

El valor ancestral del estiércol

Durante miles de años, el estiércol animal fue el pilar de la fertilidad en los campos. Agricultores y pastores lo utilizaban para devolver a la tierra los nutrientes extraídos por las cosechas, cerrando así un ciclo natural de producción. Sin embargo, con la llegada de los fertilizantes químicos en el siglo XX, su uso comenzó a disminuir, quedando relegado en muchas zonas a un papel secundario. Hoy, en plena crisis ambiental y con suelos cada vez más degradados, el estiércol vuelve a posicionarse como una solución natural, eficiente y sostenible.

¿Qué es realmente el estiércol?

El estiércol es una mezcla de excrementos animales y material de cama (paja, aserrín, hojas secas), que al descomponerse se convierte en un fertilizante rico en materia orgánica, nitrógeno, fósforo, potasio y una amplia gama de micronutrientes. Dependiendo del animal y del manejo, sus propiedades pueden variar:

  • Estiércol bovino: rico en materia orgánica, ideal para mejorar la estructura del suelo.
  • Estiércol ovino y caprino: más concentrado en nutrientes, recomendado en pequeñas dosis.
  • Estiércol aviar: de alto contenido en nitrógeno, perfecto para cultivos exigentes, pero debe compostarse bien para evitar quemaduras en las plantas.

Beneficios del estiércol para el suelo y los cultivos

El estiércol no solo aporta nutrientes, sino que transforma la vida del suelo:

  • Mejora la estructura del suelo: aumenta la porosidad y la capacidad de retención de agua.
  • Estimula la vida microbiana: alimenta bacterias y hongos beneficiosos que ayudan a las plantas.
  • Aporta nutrientes de liberación lenta: mantiene la fertilidad por más tiempo.
  • Reduce la erosión: al mejorar la cohesión del suelo, disminuye el arrastre por agua o viento.

Cómo usar el estiércol de manera segura y eficiente

Para que el estiércol sea un aliado y no un riesgo, es fundamental manejarlo correctamente:

  1. Compostaje previo: el estiércol fresco puede contener patógenos y semillas de malezas; compostarlo elimina riesgos y estabiliza los nutrientes.
  2. Aplicación en el momento adecuado: idealmente, se incorpora al suelo antes de la siembra o en etapas de descanso del cultivo.
  3. Dosis controladas: aplicar en exceso puede provocar desequilibrios nutricionales y contaminación.
  4. Protección de fuentes de agua: nunca aplicar cerca de ríos o pozos para evitar filtraciones.

Un aliado contra el cambio climático

El uso de estiércol compostado reduce la necesidad de fertilizantes sintéticos, cuya fabricación implica altas emisiones de CO₂. Además, al incorporarlo al suelo, se favorece la captura de carbono orgánico, contribuyendo a mitigar el calentamiento global.

El renacer de una práctica olvidada

Cada vez más agricultores, especialmente en la agricultura ecológica y regenerativa, están recuperando el uso del estiércol como parte de un manejo integral de la finca. Este retorno no es una moda, sino una respuesta lógica a la necesidad de producir alimentos de manera más sostenible y resiliente, devolviendo a la tierra lo que la tierra nos da.


Referencias:

  • FAO. (2021). Manejo sostenible de estiércol en la agricultura.
  • Lal, R. (2020). Regenerative agriculture for food and climate. Journal of Soil and Water Conservation, 75(5), 123A-129A.
  • Fundación Global Nature. (2022). Guía práctica de compostaje y uso de estiércol.

Título
Miniatura
Jobe's Organics
Precio
US$10.74
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Mundo Agropecuario
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