Estimular los tomates con agua corriente mejora sus defensas naturales contra el estrés biótico


Algunas personas descubren que hablar con las plantas les ayuda a prosperar. Aunque existe evidencia científica limitada de que el sonido mejora la salud de las plantas, cada vez hay más evidencia de los beneficios de la estimulación mecánica como el tacto, el viento o la lluvia. Con este fin, los científicos han investigado los efectos del riego en los tomates y han descubierto que el tamaño de las gotas de agua afecta el crecimiento del tomate y su resistencia a plagas y patógenos.


El cambio climático amenaza la producción de cultivos a medida que el aumento de las temperaturas, los patrones erráticos de lluvias y más insectos y enfermedades amenazan la salud y el rendimiento de las plantas. 

Por lo tanto, existe una necesidad creciente de encontrar formas de mitigar estos impactos ambientales, idealmente sin aumentar el uso de pesticidas químicos. Para abordar este problema, Man-Kun Wang (Departamento de Ciencia y Tecnología Vegetal, Universidad Agrícola de Huazhong) y sus colegas estudiaron cómo la estimulación mecánica de las plantas de tomate con gotas de agua afecta su crecimiento y puede protegerlas de la depredación de insectos y de infecciones fúngicas. El trabajo fue publicado en la Revista de Química Agrícola y Alimentaria. Este estudio examinó los efectos de la pulverización de agua sobre el crecimiento de las plantas de tomate y la protección contra las orugas del gusano cogollero ( Helicoverpa armigera ) y el hongo necrotrófico Botrytis cinerea , que causa el moho gris.

Los investigadores rociaron plantas de tomate con agua dos veces al día y compararon los efectos de gotas pequeñas (200 micrómetros, aproximadamente el tamaño de un píxel de un monitor de computadora) y gotas grandes (1000 micrómetros, aproximadamente el diámetro de la cabeza de un alfiler) sin rociar. También cubrieron el suelo con una barrera para que la pulverización no afectara la cantidad de agua que recibían las raíces.

Las observaciones estructurales revelaron que las plantas de tomate rociadas con grandes gotas de agua eran más bajas y más compactas que las de otros grupos. Las diferencias visibles entre las plantas que recibieron gotas finas y las plantas que no recibieron aspersiones (grupo de control) fueron mínimas. El rendimiento y la calidad de los frutos fueron similares en los tres grupos.

El análisis metabólico mostró que las plantas de tomate rociadas con grandes gotas de agua tuvieron cambios significativos en las hormonas involucradas en la defensa de la planta, lo que resultó en una mayor resistencia al ataque de las orugas del gusano cortador o del moho gris en comparación con las plantas que no fueron rociadas. También se descubrió que tenían niveles más altos de ácido clorogénico protector en sus hojas en comparación con otros grupos de plantas. Además, los tomates del grupo de las gotas grandes mostraron una reducción de las emisiones de COV en comparación con las plantas no fumigadas, lo que los hizo menos atractivos para los gusanos cortadores y dio como resultado una reducción del 74 % en la cantidad de huevos en las hojas.

Teniendo en cuenta estos resultados, los investigadores sugirieron que un mayor desarrollo de tecnologías de pulverización de agua para cultivos podría mejorar las prácticas de agricultura orgánica.

Fuente y foto: Sociedad Química Estadounidense.