Graves inundaciones han destruido los cultivos de maíz en el Estado de México y los agricultores han informado de pérdidas de hasta el 75%. El desastre pone de relieve el impacto más amplio del cambio climático en la agricultura, elevando los precios de los alimentos y aumentando la dependencia de las importaciones.
Al respecto escribe Elisa Galeana en el portal México Business News: “Tras la inundación del río Lerma en la región de Atlacomulco, ubicada en el Estado de México, agricultores de comunidades locales reportaron una pérdida del 75% de su cosecha de maíz. Las inundaciones afectaron a más de 200 hectáreas de maíz y afectaron a más de 150 agricultores y 240 propietarios de tierras. Informaron que los niveles de agua en algunas áreas alcanzaron más de 1,8 m. Las inundaciones limitan el desarrollo de las raíces, reduciendo la capacidad del cultivo para absorber agua y nutrientes y resistir el estrés de la sequía tardía. Además, las inundaciones reducen el intercambio de aire entre la atmósfera y el suelo, privando a las plantas del oxígeno que necesitan para respirar. Desde 1999 no se ha producido una inundación similar en la región, la razón es la acumulación de agua en los embalses regionales.
En los últimos dos años, las pérdidas de rendimiento relacionadas con el clima han afectado a miles de familias de agricultores en todo el país. En abril y mayo, la cosecha de cilantro en Puebla, el mayor productor de cilantro de México, se perdió en gran medida debido al fuerte granizo, lo que provocó que los precios aumentaran un 200%, informó MBN.
Alrededor del 65% de los municipios de México experimentaron diversos grados de sequía en 2023 y 2024. Esto provocó una reducción significativa de la producción de maíz y trigo y un aumento de las importaciones.
México estableció un récord de importaciones de maíz en 2023, comprando 18.2 millones de toneladas entre enero y noviembre. Esto es un 16,9% más que en el mismo período de 2022.
Además, la producción de frijoles alcanzó un mínimo histórico el año pasado, lo que obligó al país a depender de importaciones récord para satisfacer la demanda interna. En 2023, México importó 313.000 toneladas de frijol, lo que representó casi un tercio del consumo nacional. La cifra representa un aumento interanual de las importaciones del 231,5%, según los analistas. Estas pérdidas aumentan la vulnerabilidad de los pequeños agricultores, ya que no tienen medios para recuperar sus inversiones.
Al respecto, la Asociación Mexicana de Compañías de Seguros (AMIS) resalta la importancia de introducir opciones de seguros para el sector agrícola ante desastres climáticos. Actualmente, sólo el 16% de los cultivos del país están asegurados, un 60% menos que el 40% hace cinco años.
El impacto del cambio climático en el sector agrícola también impacta directamente en los precios de los alimentos y, por tanto, en la seguridad alimentaria. Un estudio del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) encontró que el aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos podrían aumentar la inflación anual de los alimentos al 3,2% anual y la inflación general al 1,18% anual para 2035. “Los precios crecientes o inestables amenazan el bienestar económico y humano, así como la estabilidad política. Según la ONU, entre 2021 y 2022, el aumento del costo de vida empujó a 71 millones de personas más a la pobreza en todo el mundo, según el informe.
En México, el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera, señaló que en el primer periodo de 2024 los precios de productos como cilantro, tomate, aguacate, lechuga y piña aumentaron entre 151 y 556% mensual. . También destacó que el problema está empeorando para los cereales y las oleaginosas, ya que el rendimiento de los cultivos internos este año será sólo el 46% de lo que se necesita para satisfacer la demanda nacional”.
Fuente: mexicobusiness.news Autor: Elisa Galeana.