La destrucción con plasma de los ácaros Varroa en la colmena ha demostrado una alta eficacia


Los ácaros Varroa (Varroa destructor) son, con diferencia, la más peligrosa de todas las plagas de la abeja melífera europea (Apis mellifera). Se cree que los ácaros Varroa se alimentan de los cuerpos grasos de las abejas, que son el órgano que proporciona la energía necesaria durante largos periodos sin alimentarse, como el invierno. Además de debilitar el metabolismo de las abejas, los ácaros Varroa portan una serie de virus mortales. En la apicultura, el momento oportuno para controlar los ácaros es fundamental; El control de los ácaros en el otoño es un factor importante asociado con la supervivencia de las abejas melíferas durante el invierno. La empresa coreana Daesung SmartHive lanza tecnología de plasma para el control de plagas respetuosa con el medio ambiente.


La reproducción del ácaro Varroa en primavera y verano a menudo conduce a una gran población en otoño. Si se alcanza el umbral económico, se utilizan acaricidas “blandos” y “duros”. Los ácidos orgánicos, los aceites esenciales y los betaácidos del lúpulo se consideran sustancias químicas suaves porque se encuentran de forma natural. Estos tratamientos son efectivos sin dejar residuos químicos en la colmena de productos como la cera. 

Si se utilizan productos químicos en la colmena, se recomienda aplicar primero productos químicos suaves antes de considerar el uso de productos químicos agresivos. Además, las colonias sólo deben tratarse después de que los esfuerzos de seguimiento indiquen que son necesarias.

Los productos químicos suaves incluyen los siguientes.

Ácido fórmico. El ácido fórmico se encuentra en el veneno de las abejas y es un componente natural de la miel. Este químico se usa ampliamente porque, en altas concentraciones, este ácido orgánico es eficaz para matar los ácaros reproductores. Una limitación es que el uso de ácido fórmico depende de la temperatura y puede ser perjudicial para la colonia si se usa en temperaturas ambiente superiores a 29 grados Celsius, ya que puede aumentar la mortalidad de las crías y la posible pérdida de reinas. Además, cuando se utiliza por debajo de los 10 grados, el ácido fórmico produce una baja eficiencia. 

Ácido oxálico. El ácido oxálico es un compuesto natural que se encuentra en plantas como el ruibarbo, la col rizada, la remolacha y las espinacas. Como control químico de los ácaros, el ácido oxálico se puede utilizar en dos fórmulas: vapor y gotas, y es más eficaz durante los períodos sin cría, lo que lo convierte en un componente útil de un programa integral de control de los ácaros Varroa como método de invierno o principios de primavera. Sin embargo, no debe utilizarse como remedio independiente. Cuando se usa excesivamente en dosis altas, el ácido oxálico puede dañar a las abejas al cristalizarse en el intestino medio de las larvas, aumentando la mortalidad de las larvas y reduciendo el área de cría. El uso excesivo de este producto también puede reducir la actividad de los trabajadores y la esperanza de vida.

Timol. Los aceites esenciales son compuestos naturales obtenidos por destilación de plantas. El aceite esencial más popular para controlar los ácaros varroa es el timol (de la planta de tomillo). Aunque el tratamiento con timol puede controlar eficazmente los ácaros en las abejas adultas, no controla los ácaros en las células de cría. La eficacia del timol depende de la fuerza de la colonia y de las condiciones ambientales. La desventaja es que este tratamiento puede reducir el área total de cría de las colonias cuando se aplica en la primavera. Además, el tratamiento con timol puede inducir un comportamiento depredador y aumentar la agresividad de las colonias. La eficacia del tratamiento con timol puede ser baja, por lo que debe combinarse con otros métodos de tratamiento.

Betaácidos del lúpulo. La sal potásica de los betaácidos del lúpulo se obtiene de la planta del lúpulo y se puede utilizar de forma segura en cualquier época del año, incluso durante la cosecha de miel. Sin embargo, es más eficaz como tratamiento contra los ácaros cuando hay menos cría, la eficacia varía y se requieren múltiples aplicaciones. 

El control químico de los ácaros Varroa se puede lograr mediante el uso de varios acaricidas/acaricidas. Los acaricidas sintéticos son generalmente eficaces y matan hasta el 95% de la población de ácaros. Históricamente, el fluvalinato y el cumafós eran los repelentes de garrapatas más utilizados, pero las garrapatas han desarrollado resistencia a estos químicos y sus residuos persisten y se acumulan en la cera. El acaricida sintético más popular es el amitraz. Sin embargo, se ha descubierto que algunos metabolitos del amitraz persisten y existe un efecto sinérgico del amitraz y los virus que se asocia con una mayor mortalidad de las abejas. Además, los ácaros Varroa son cada vez más resistentes al amitraz.

Dicho esto, Daesung SmartHive ha desarrollado con éxito un sistema avanzado de control de plagas con plasma que protege a las abejas de la varroa. La tecnología ha sido validada mediante pruebas de eficacia con agricultores locales y actualmente está entrando en la fase de comercialización y refinamiento. 

El dispositivo genera un campo de plasma que destruye las plagas sin dejar residuos nocivos en la miel, rompe el ciclo de infección y evita el uso de acaricidas/acaricidas “duros”. Además de combatir la varroa, la tecnología se puede utilizar en cultivos agrícolas. Además, la empresa está desarrollando un sistema de producción de fertilizantes nitrogenados plasmáticos que se introducirá junto con un dispositivo de control de plagas en el Centro Mundial de Horticultura (WHC) en los Países Bajos a finales de 2024.

La empresa se está preparando para mostrar sus tecnologías innovadoras en varias exposiciones internacionales importantes con el objetivo de ampliar su presencia global y formar asociaciones en el sector agrícola.

Foto: Daesung SmartHive.