La ganadería extensiva: una alternativa sustentable


Una mirada al pastoreo tradicional y su potencial ecológico


Redacción Mundo Agropecuario

La ganadería extensiva —también conocida como pastoreo tradicional o de pastos— es un modelo de producción animal donde el ganado se cría en vastas extensiones de terreno, aprovechando recursos naturales con relativamente bajo insumo externo. Esta forma de ganadería se distingue por su bajo impacto establecido y su estrecha relación con los ecosistemas locales.

Principios de funcionamiento

En la ganadería extensiva, el ganado —como vacas, ovejas o cabras— se dispersa sobre grandes áreas, alimentándose de pastos, arbustos y recursos naturales regenerativos. Este modelo minimiza la necesidad de infraestructuras intensivas, como corrales confinados o granos importados, y permite que los animales expresen conductas naturales.

Ecosistemas y paisaje

Las explotaciones extensivas suelen mantener y moldear paisajes característicos, especialmente en zonas de pradera, montañas o ecosistemas abiertos. Gran parte del atractivo cultural y visual de estas regiones se debe a esta práctica, que contribuye a la cohesión social y económica del medio rural.

Beneficios ecológicosBiodiversidad y hábitats

Los sistemas extensivos de baja densidad animal e insumos reducidos permiten la coexistencia de flora y fauna autóctonas, siendo más amigables con la biodiversidad que los modelos intensivos. Un estudio europeo reciente destaca que estas explotaciones ofrecen mejores resultados ambientales y más eficiencia energética.

Conservación del paisaje y servicios ecosistémicos

La ganadería extensiva contribuye al control de la erosión, la fertilidad del suelo mediante el depósito orgánico y la prevención de incendios al eliminar vegetación seca. También cumple funciones como difusión de semillas y mantenimiento de corredores ecológicos.

Estrategias sostenibles dentro de sistemas extensivos

Pastoreo rotacional y regenerativo

Técnicas como el pastoreo rotacional —donde se mueven los animales entre potreros para permitir la recuperación vegetal— promueven suelos más sanos, reducen la erosión y pueden convertir algunas parcelas en sumideros de carbono. Un reporte reciente de Colombia muestra que prácticas como el silvopastoreo intensivo y rotaciones diarias mejoran el crecimiento de pasto, salud del ganado y captura de carbono.

Silvopastoreo: integración de árboles y pastizales

Este enfoque mixto combina pastos, ganado y árboles, regulando temperaturas, mejorando la humedad del suelo, reduciendo la erosión y favoreciendo la biodiversidad. Además, puede aportar ingresos adicionales como madera o frutos, lo que refuerza la resiliencia del sistema frente al cambio climático.

Integración de cultivos y ganadería

Mezclar cultivos agrícolas con parcelas de ganado permite aprovechar el estiércol como fertilizante natural, incrementando la captura de carbono en el suelo y favoreciendo una mayor diversidad de plantas. Un estudio del Reino Unido señaló que campos mixtos retienen un tercio más de carbono que monocultivos.

Retos y consideraciones críticas

Emisiones de metano y productividad

Aunque el pastoreo extensivo tiene puntos ecológicos fuertes, el ganado vacuno —especialmente si es alimentado solo con pasturas— puede emitir más metano a lo largo de su vida debido a su crecimiento más lento y menor eficiencia alimenticia que los sistemas intensivos.

Costos y adopción de prácticas sostenibles

Las innovaciones como el silvopastoreo o sistemas rotacionales requieren inversiones iniciales (cercas, diseño de potreros, gestión técnica), dificultando su difusión sin apoyo institucional o subsidios.

Greenwashing vs. prácticas reales

Debates recientes apuntan que algunas campañas de “ganado sustentable” podrían estar más enfocadas en mejorar la imagen del sector que en generar cambios tangibles. Muchos expertos coinciden en que necesitan regularse mejor para garantizar impactos reales.

Una ganadería extensiva con futuro sostenible

A pesar de sus desafíos, la ganadería extensiva tiene el potencial de configurar sistemas alimentarios menos dañinos, especialmente cuando se apoya técnicamente y se combinan múltiples estrategias regenerativas. Los beneficios incluyen:

  • Conservación de paisajes y biodiversidad
  • Secuestro de carbono y mejora del suelo
  • Resiliencia climática y adaptación xerica
  • Dinamización económica del tejido rural

Combinar herramientas como rotación, silvopastoreo y agroganadería integrada ofrece rutas viables hacia una ganadería más armónica con el medioambiente.

Referencias



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