El raigrás italiano resistente al glifosato se ha convertido en un grave problema en la producción agrícola estadounidense, dañando el arroz, la soja, el maíz y el algodón. En un nuevo estudio, científicos proponen una estrategia eficaz con pesticidas para controlar esta peligrosa maleza, que podría ser útil en zonas con un problema similar.
Para lograr una buena cosecha, los cultivos deben estar libres de la competencia de las malezas. Sin embargo, el uso generalizado del popular ingrediente activo glifosato ha provocado la aparición de resistencia en diversas malezas. El raigrás italiano, que infesta los cultivos, es una de ellas.
Controlar el raigrás italiano resistente al glifosato es costoso, pero inevitable. Esta maleza inhibe la emergencia del maíz, el arroz, el algodón y la soja, poniendo en riesgo toda la temporada. Por ejemplo, en parcelas experimentales del Centro de Investigación y Extensión Delta de la Universidad de Mississippi, donde los residuos de raigrás italiano sobrevivieron al control, la maduración de la soja se retrasó 17 días en comparación con las parcelas sin malezas. Este retraso prolongado en la maduración afecta negativamente el momento y la logística de la cosecha. Los datos de estas parcelas muestran que el maíz y el arroz son particularmente sensibles a los efectos del raigrás italiano resistente al glifosato. Si bien el algodón y la soja también se ven afectados, son menos sensibles que el maíz y el arroz.
A medida que las temperaturas empiezan a subir, el raigrás italiano entra en una fase de crecimiento rápido, similar al trigo. El raigrás italiano posee un extenso sistema radicular fibroso. Si las plantas establecidas y de rápido crecimiento se arrancan con una grada de discos, normalmente se reestablecerán después de la siguiente lluvia. Para una máxima eficacia contra esta maleza, la labranza de primavera requiere de dos a tres pasadas con una grada de discos, seguidas de una grada para retirar la tierra y las raíces. Tras estas numerosas pasadas, algunos raigrás italianos pueden morir si no llueve. Este nivel de labranza no siempre es posible debido a las condiciones del suelo y, sin duda, suele ser poco práctico en primavera en el delta del Misisipi. «En muchas zonas, si un campo se seca lo suficiente como para realizar tres o cuatro pasadas de arado, estará demasiado seco para plantar», afirma Jason A. Bond, profesor del Departamento de Investigación y Extensión del Centro de Investigación y Extensión del Delta de la Universidad Estatal de Misisipi y miembro de la Sociedad Americana de Malezas (WSSA).
El raigrás italiano resistente al glifosato se ha convertido en una de las malezas más problemáticas en la producción de arroz de Misisipi. La estrategia de control más eficaz y rentable para esta maleza son las aplicaciones de herbicidas preemergentes (PRE) y postemergentes (POST). Nuevas investigaciones indican que los herbicidas residuales aplicados en otoño, como la dimetenamida-P (el ingrediente activo de Outlook), son esenciales para controlar el raigrás italiano resistente al glifosato en Misisipi, afirma Jason A. Bond.
Para su investigación, Bond y su equipo del Centro de Investigación y Extensión Delta de la Universidad Estatal de Mississippi realizaron dos estudios de campo separados en Stoneville, Mississippi, de 2021 a 2022 y de 2022 a 2023. Evaluaron el control del raigrás italiano resistente al glifosato mediante aplicaciones en otoño de mezclas de herbicidas residuales (estudio de mezcla de herbicidas) y programas secuenciales de herbicidas antes y después del tratamiento con múltiples aplicaciones de herbicidas residuales (estudio secuencial de herbicidas).
En Misisipi, el cultivo de arroz suele requerir aplicaciones de herbicidas en otoño o principios de primavera, ya que reducir la vegetación indeseable durante la siembra es esencial para lograr una cosecha saludable de arroz, explica Bond. Para lograrlo, las aplicaciones de herbicidas antes de la siembra (quema) deben ser oportunas y, en Misisipi, suelen realizarse en febrero o marzo, añade.
«En un estudio de mezclas de herbicidas, dimethenamid-P (Outlook), piroxasulfona (Zidua) y S-metolaclor (Dual Magnum) proporcionaron individualmente un control de más del 94% de esta maleza 21 días después del tratamiento», informa Bond.
La adición de flumioxazin (Valor EZ) a dimethenamid-P (Outlook), piroxasulfona (Zidua) y S-metolaclor (Dual Magnum) no mejoró el control 130 días después del tratamiento.
En un estudio de aplicación secuencial de herbicidas, la aplicación de otoño de dimethenamid-P (Outlook) tuvo mejores resultados que la de acetoclor (Warrant), excepto cuando la aplicación de otoño de acetoclor fue seguida por aplicaciones secuenciales de cletodim (Select Max) y S-metolaclor (Dual Magnum).
El investigador añade que el estudio confirma que los herbicidas residuales aplicados en otoño son un componente necesario de los programas de control del raigrás italiano resistente al glifosato.
Fuente: Cambridge University Press.
Izquierda: Las parcelas sin tratamiento demuestran la necesidad de controlar el raigrás resistente al glifosato para lograr una producción rentable de arroz. Derecha: Investigaciones recientes de la Universidad Estatal de Misisipi demuestran que las aplicaciones otoñales de herbicidas residuales, como la dimetenamida-P (el ingrediente activo de Outlook), son eficaces para controlar el raigrás italiano resistente al glifosato. Foto: Jason Bond.
