El mejoramiento de cultivos puede reducir las emisiones de metano


La selección genética podría ayudar a los agricultores y criadores a reducir los gases de efecto invernadero de los cultivos, en particular del cultivo del arroz, según muestra una investigación de la Universidad de Warwick y la Universidad de Cranfield.


por la Universidad de Warwick


La intensificación de la agricultura para satisfacer la demanda mundial de alimentos ha convertido a la agricultura en uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Si bien se sabe que prácticas como el uso de fertilizantes nitrogenados impulsan las emisiones de óxido nitroso (N₂O), las propias variedades de cultivos también influyen en ellas. Hasta ahora, no se ha determinado qué variedades equilibran mejor los altos rendimientos con una menor emisión de GEI.

Un nuevo estudio, publicado en Frontiers in Agronomy , ha realizado la primera comparación del impacto de la variedad de cultivos en los GEI a escala global. El análisis muestra que la elección de la variedad de cultivo (específicamente el arroz) tiene un mayor efecto en las emisiones de metano (CH₄) que la gestión de fertilizantes, un hallazgo crucial dada la importancia del arroz en el suministro mundial de alimentos.

Al analizar 180 genotipos de cultivos de ensayos en todo el mundo, los investigadores descubrieron:

  • Las emisiones de óxido nitroso (N₂O) están estrechamente relacionadas con los aportes de fertilizantes nitrogenados, independientemente de la variedad genética.
  • Las emisiones de metano (CH₄), por el contrario, están fuertemente influenciadas por el genotipo, lo que pone de relieve la crianza selectiva como una estrategia clave para su reducción.
  • Los rendimientos también dependen en gran medida del genotipo, lo que indica oportunidades para realizar una crianza selectiva para alinear la productividad con la sostenibilidad.

Las características de los cultivos, como la estructura radicular, la eficiencia en el uso del nitrógeno y las interacciones con el suelo, influyen en las emisiones de GEI y pueden mejorarse selectivamente. Los hallazgos sugieren que, si bien la gestión de fertilizantes sigue siendo esencial, los programas de mejoramiento deberían priorizar las características genéticas que reducen las emisiones de metano.

Esta es la primera síntesis global que separa los efectos del genotipo y del fertilizante en las emisiones de GEI de los cultivos. Los autores argumentan que la genética vegetal debe integrarse en las futuras estrategias de reducción de gases de efecto invernadero en la agricultura.

Más información: Conor Walthall et al., Síntesis global de la variación genotípica en las emisiones de gases de efecto invernadero de los cultivos bajo fertilización nitrogenada variable, Frontiers in Agronomy (2025). DOI: 10.3389/fagro.2025.1669002



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