Plants for the Future es una organización sin ánimo de lucro que representa a la comunidad científica, a la industria y a las organizaciones agrarias.
En uno de sus últimos factsheets analizan el valor de las herramientas modernas de mejora vegetal en el mejoramiento del trigo para luchar contra el mildiu del trigo, una infección de este cultivo que provoca grandes pérdidas de rendimiento.
Recuerdan que el Pacto Verde busca aumentar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios de la Unión Europea. Pero que las evaluaciones de impacto han advertido que estas medidas corren el riesgo de reducir la producción agrícola comunitaria. De ahí la importancia del fitomejoramiento, que es la base de los sistemas agroalimentarios y es el único responsable de aproximadamente el 66% del aumento de producción agrario en las últimas dos décadas (1).
Por todo ello hay que aprovechar los avances científicos y tecnológicos que permitan un fitomejoramiento más rápido, más preciso y más eficiente, así como para mantener la seguridad alimentaria en la Unión Europea, al tiempo que se garantiza la sostenibilidad socioeconómica y medioambiental de los sistemas agroalimentarios.
EL TRIGO Y SU RESISTENCIA
El trigo es el segundo cultivo alimentario básico más importante después del arroz, proporcionando aproximadamente el 20% de todas las calorías consumidas por los seres humanos. Se cultiva a nivel global en 220 millones de hectáreas. Los principales productores son la Unión Europea, China e India. Se espera que la demanda de trigo aumente un 60-70% para 2050 (2,3). Actualmente, el 13 % del grano de trigo se pierde por enfermedades, a pesar del uso de fungicidas. Los hongos son responsables de las principales pérdidas de trigo, siendo el mildiu una de las tres principales enfermedades del trigo.
Está demostrado que la inactivación de los genes conocidos como MLO conduce a la resistencia al mildiu en una amplia gama de especies de plantas, incluidas la cebada, la vid, el guisante, el tomate y la manzana (4). La inactivación de MLO suele ir acompañada de defectos de crecimiento y pérdidas de rendimiento, lo que limita su uso en los programas convencionales de fitomejoramiento. Pero recientemente se ha conseguido a través de la edición genómica la inactivación de tres genes MLO en trigo mientras se activaba un cuarto gen, lo que resultó en un trigo resistente sin defectos de crecimiento (5).
MEJORAMIENTO DEL TRIGO
La mejora del trigo mediante métodos clásicos de mejora requería entre 8 y 10 años. Además, después hay que introducir dichas mutaciones en las variedades comerciales, añadiendo de 2 a cinco años adicionales. Sin embargo, las nuevas técnicas de edición genética permiten realizar la mejora directamente en las variedades comerciales, con un tiempo total de obtención de 3 a 4 años. Las herramientas modernas de mejora vegetal son más precisas y acortan significativamente el tiempo de obtención.
Las variedades de trigo resistentes al mildiu obtenidas a través de las nuevas técnicas de edición genética se caracterizan por lo siguiente:
- Requieren menos aplicaciones de fungicidas, reduciendo los coses de los agricultores, manteniendo la productividad, mejorando la calidad del grano y contribuyendo a la seguridad alimentaria.
- Contribuyen directamente a los objetivos del Pacto Verde al reducir el uso de pesticidas y proteger la biodiversidad, aumentando la sostenibilidad socioeconómica y ambiental de la producción primaria.
- También contribuye a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.