Innovaciones y estudios que apuntan a resistir periodos secos más frecuentes
Redacción Mundo Agropecuario
El cambio climático reconfigura los patrones de lluvia y genera sequías más frecuentes e intensas. Para muchos productores latinoamericanos, enfrentar una temporada sin agua ya no es una excepción, sino un riesgo recurrente. Por eso, científicos y agrónomos trabajan en estrategias adaptativas, desde cultivos tolerantes hasta manejo del suelo que capture y retenga humedad.
Una línea de investigación se enfoca en introducir genotipos agrícolas con raíces profundas o con ciclos más cortos, que puedan madurar antes de que llegue la sequía. Estos materiales genéticos son desarrollados mediante selección asistida por marcadores y edición genética. En paralelo, se experimenta con microorganismos que mejoran la retención de agua, como ciertos actinomicetos o exopolisacáridos excretados por bacterias, capaces de formar una red biológica que actúa como gel retenedor en el suelo.
Otra estrategia probada es la implementación de mulches o cubiertas vegetales muertas que cubren la superficie del suelo y reducen la evaporación. En fincas del noreste brasileño, la cobertura con paja ha permitido que el suelo retenga más humedad por días adicionales durante la estación seca. Complementariamente, los sistemas agroforestales con líneas de sombra natural (árboles estratégicos) moderan la temperatura del suelo y disminuyen el estrés hídrico en cultivos intercalados.
También emergen herramientas digitales: sensores capacitivos que miden humedad del suelo a distintos niveles y alertan al agricultor cuando debe intervenir. Los datos recolectados permiten alimentar modelos predictivos que anticipan el agotamiento de humedad y proponen riegos precisos. En regiones que cuentan con sistemas de riego, el riego de presión variable (VRI, por sus siglas en inglés) garantiza que el agua llegue solo donde se necesita, con menor desperdicio.
Los beneficios de estas estrategias no son simplemente evitar pérdidas. Al manejar mejor el agua, se reduce la dependencia del riego intensivo, se protege la materia orgánica del suelo (que se degenera más rápido en medio seco), y se prolonga la vida útil de zonas agrícolas vulnerables.
Sin embargo, las barreras persisten: el costo de sensores, la falta de conocimiento técnico local y la alta inversión inicial. Para que estas innovaciones no queden en el laboratorio, los gobiernos deben apoyar mediante subsidios, capacitación técnica y acceso a financiamiento para pequeños agricultores.
La sequía ya no es una eventualidad sino una variable habitual en la ecuación agrícola. Las estrategias innovadoras —genética, biotecnología, manejo del suelo y digitalización— son hoy herramientas clave para que la agricultura se defienda y prospere frente a los desafíos del agua.
📚 Referencias
Instituto Internacional de Recursos Genéticos (2025). Cultivos tolerantes a sequía en América Latina.
Smith, L. et al. (2024). Soil moisture retention via microbial exopolysaccharides. Journal of Soil Science.
Agroforest Systems Journal (2023). Cover crop mulching and soil moisture dynamics in semi-arid zones.
