El pastoreo regenerativo beneficia a todos, desde el agricultor hasta las vacas y las lombrices de tierra.
Según el agricultor de Flandes Oriental Hans Derypere, que cría unas 50 vacas lecheras en un pastizal de Knesselare con este sistema, la aplicación de un modelo de pastoreo regenerativo con resiembra de determinados cultivos tiene muchas ventajas, escribe VILT, el centro de información flamenco sobre agricultura y horticultura: «El agricultor está plenamente comprometido con el pastoreo regenerativo. Desde que empezó a hacer esto, ha notado que el agua de lluvia se infiltra mejor en el suelo y el césped y la vegetación se mantienen verdes y frescos por más tiempo durante los períodos secos. “Un suelo bien gestionado aporta grandes beneficios al agricultor y a sus operaciones”, afirma Deripere.
El agricultor cultiva alrededor de 35 hectáreas de pastos, tanto permanentes como temporales. Los pastos perennes que no se aran ni se renuevan promueven una vida del suelo más rica y un mejor almacenamiento de carbono. Anteriormente trabajaba principalmente con raigrás inglés, pero éste tiene raíces relativamente poco profundas. Durante los períodos secos, el crecimiento cesó, y durante los períodos húmedos, el agua se estancó, lo que provocó la formación de charcos y pisoteo. Por eso Deripere optó por el pastoreo regenerativo.
Cada año, además de pasto, también siembra una mezcla de gramíneas con especies que tienen diferentes profundidades de raíces, como el plátano y la achicoria.
“La achicoria es especialmente interesante porque, con la ayuda de su larga raíz pivotante, penetra profundamente en el suelo y extrae nutrientes. Esto garantiza que la cosecha será mejor y el suelo continuará liberando nutrientes incluso durante los períodos secos. “Además, mis vacas están más sanas y tengo que darles menos antibióticos o antiparasitarios”, comenta el ganadero.
El pastoreo regenerativo también significa que el agricultor no utiliza fertilizantes artificiales ni productos fitosanitarios, sino que aumenta la fertilidad mediante el estiércol, esparciéndolo lo antes posible en primavera para que la materia orgánica tenga tiempo de descomponerse de forma óptima antes de pastar o segar.
El granjero ya no utiliza cercas permanentes, sino que traslada las vacas a una nueva zona cada día. Esto reduce el riesgo de infección por parásitos y patógenos. “Como ya no uso antiparasitarios, ya no quedan residuos en el suelo, con lo cual las lombrices ya no mueren. Esto ha mejorado enormemente la vida del suelo. “Incluso el escarabajo pelotero ha vuelto a mi pasto y ayuda a transformar el estiércol en humus”, dice entusiasmado el agricultor.
Deripere señala que sus costos fijos han disminuido significativamente desde que adoptó el pastoreo regenerativo. “Las vacas comen hierba y dejan estiércol, por lo que también me ahorro tiempo en la alimentación. Paso muchas menos horas al volante de un tractor y, como agricultor, estoy más en contacto con el proceso natural. Muchos agricultores todavía piensan: tengo que arar mi parcela, tengo que fumigar mis cultivos. ¿Pero por qué no probar el pastoreo regenerativo? “El suelo se mantiene limpio, las lombrices sobreviven y la vida del suelo prospera para obtener mejores cosechas”, enfatiza.
Fuente y foto: VILT.
