Ciudad de México, 17 de junio de 2025.- Cada 17 de junio, el mundo conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, una fecha promovida por las Naciones Unidas para visibilizar los efectos de la degradación de la tierra en la producción de alimentos, los medios de vida rurales y la resiliencia de los ecosistemas.
En México, el 56.7 % del territorio nacional presenta algún grado de degradación del suelo, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA). Esta situación, intensificada por el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales, compromete la producción agrícola, el acceso al agua y la viabilidad de los medios de vida rurales.
Frente a este panorama, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) impulsa una agenda integral de restauración de suelos, en colaboración con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania (BMEL), el Programa Universitario de Estudios Interdisciplinarios del Suelo (PUEIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras instituciones académicas, técnicas y comunitarias.
Suelos para la Nutrición: restaurar desde la raíz
Una de las principales iniciativas en marcha es el proyecto Suelos para la Nutrición, que promueve el manejo sostenible del suelo como eje fundamental para mejorar la producción agrícola, una nutrición saludable y la sostenibilidad ambiental. El proyecto se basa en el fortalecimiento de capacidades técnicas, mediante la formación de productores y extensionistas rurales; la promoción de buenas prácticas agrícolas basadas en evidencia científica; y la articulación de políticas públicas orientadas a conservar, restaurar y utilizar de forma sostenible los recursos del suelo.
Este esfuerzo se complementa con otros avances estratégicos que colocan a México como referente regional en el manejo sostenible del suelo.
Avances nacionales con visión global
México ha sido reconocido como país clave por sus avances institucionales, como la Estrategia Nacional de Suelos para una Agricultura Sostenible, y por su liderazgo en acciones concretas que reflejan un compromiso activo con la salud del suelo.
Entre estas acciones destaca la implementación del programa RECSOIL – Recarbonización de los Suelos, desarrollado con colaboración técnica de FAO y financiamiento de la Unión Europea, que contribuye a mitigar el cambio climático mediante la captura de carbono orgánico en suelos agrícolas. Asimismo, la conformación de la Alianza Mexicana por los Suelos (AMEXU), parte de la Alianza Mundial por el Suelo, representa un espacio clave de coordinación e intercambio técnico entre actores públicos, privados, académicos y comunitarios.
En el ámbito de diagnóstico y monitoreo, México ha puesto en marcha la Red Mexicana de Laboratorios del Suelo (MEXOLAN), integrada en la red global GLOSOLAN, que articula capacidades analíticas en todo el país.
Además, el país ocupa actualmente el primer lugar a nivel mundial en la implementación del Programa Global de Doctoras y Doctores del Suelo, iniciativa de la FAO. Hasta la fecha, se han certificado 677 Doctores del Suelo, de los cuales el 27 % son mujeres y el 73 % hombres; se cuenta con 172 formadores y formadoras certificados, además de 10 técnicos formadores especializados, con presencia en 28 estados del país.
Restaurar la tierra, generar oportunidades
En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, FAO México reafirma el valor estratégico del suelo como recurso fundamental para enfrentar la inseguridad alimentaria, adaptarse al cambio climático y generar oportunidades sostenibles desde el territorio. Este compromiso se refleja en iniciativas como Suelos para la Nutrición, pero también en acciones complementarias como la restauración de paisajes forestales a través del proyecto GreenMex, el reconocimiento de sistemas agrícolas tradicionales como el metepantle de Tlaxcala mediante el programa Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial -SIPAM, y el trabajo conjunto con técnicos, universidades, productores y gobiernos locales.
Porque todo comienza en el suelo.
Comunicado de Prensa.
